Por Ángel Moreno
(de Buenafuente)
El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz” (Núm 6, 22-26).
BENDECIR A DIOS
Tobías: «Bendito seas, Dios misericordioso, | y bendito sea tu nombre por siempre; | que tus obras te bendigan por los siglos. (Tb 3, 11) «Bendito sea su gran nombre; | benditos todos sus santos ángeles. | Que su gran nombre nos proteja. (Tb 11, 24)
Job: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor». (Job 1, 21)
El salmista: “Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica | ni me retiró su favor” (67, 20). Bendito sea el Señor, Dios de Israel, | el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso; | que su gloria llene la tierra. |¡Amén, amén! (73, 18-19)
Daniel: «Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres: | a ti gloria y alabanza por los siglos. | Bendito tu nombre, santo y glorioso: | a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria: | a ti gloria y alabanza por los siglos” (Dn 3, 52-57)
Zacarías: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, | porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación | en la casa de David, su siervo (Lc 1, 68-69)
BENDICIÓN DE DIOS
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra». (Gn 12, 3). Los de Ismael bendicen a Isaac: Que el Señor te bendiga ahora (Gn 26, 29)
Que Dios te conceda el rocío del cielo, | la fertilidad de la tierra, | abundancia de trigo y de vino. Que te sirvan los pueblos, | y se postren ante ti las naciones. | Sé señor de tus hermanos, | que ellos se postren ante ti. | Maldito quien te maldiga, | bendito quien te bendiga». (Gn 27, 28-29). Que Dios todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, hasta que llegues a ser una multitud de pueblos” (Gn 28, 3)
“El Dios en cuya presencia caminaron | mis padres Abrahán e Isaac, | el Dios que me ha pastoreado | desde mi nacimiento hasta hoy, | el ángel que me ha librado de todo mal, | bendiga a estos muchachos”. (Gn 48, 15). “Que el Señor, Dios de vuestros antepasados, os haga crecer mil veces más y os bendiga” (Dt 1, 11).
BENDECIDOS DE DIOS
“Bendito quien confía en el Señor | y pone en el Señor su confianza” (Jr 17, 7).
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. (Mt 25, 34-36).



A lo largo de todo el Adviento, que está a punto de finalizar, la Iglesia nos ha ayudado a prepararnos para acoger al Redentor. En la liturgia de la Palabra del Domingo pasado escuchamos a Juan Bautista decir de si mismo: “Yo soy la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor” (Jn 1, 23). “Allanad el camino del Señor”, esta frase ha resonado muy particularmente en nosotras. Allanar en la convivencia cotidiana, facilitar que el Señor llegue al corazón de quienes viven cerca de nosotros, de quienes Él pone en nuestro camino. Allanar un camino significa quitar las piedras, rellenar los baches, en definitiva facilitar el tránsito por él. A esto nos llama el Señor: a remover las piedras de nuestro orgullo, a rellenar los baches de nuestro egoísmo, en definitiva a vaciarnos, a renunciar a nosotros mismos, al menos no poner resistencia a la acción del Espíritu Santo en nuestra vida.
“El santo Rosario constantes rezad y la paz al mundo el Señor dará”
Por Javier Bravo
Lo primero que yo haría o aconsejaría es fijar en nuestra mente el Belén antes de llevarlo a la práctica. ¿Qué espacio dispongo para él? ¿Cuántas figuras tengo? ¿Qué presupuesto piensas gastar, si es que quieres seguir completándolo? Cuestiones previas que no debes obviar antes de ponerte manos a la obra.












