Por Santiago Moranchel

(Delegación de Enseñanza)

 

Como cada año, esta Delegación recoge las Estadísticas que manda cada profesor de los alumnos que eligen la asignatura de Religión en la Escuela Pública (también de la Concertada, pero no nos ocupamos de ella. El porcentaje es del 100%). Veamos a grandes rasgos las diferencias con el curso pasado:

NIVEL

CURSO 2015-2016

CURSO 2014-2015

INFANTIL

De cada 100 niños que en la Escuela,

60 niños están apuntados a ERE

De cada 100 niños que hay en la escuela, 62 niños están apuntados a clase ERE

PRIMARIA

De cada 100 niños que en la Escuela,

61 niños están apuntados a ERE

De cada 100 niños que hay en la escuela, 63  niños están apuntados a clase de ERE

ESO

De cada 100 chavales que hay en el Instituto:

-          1º CICLO: Hay 28 en clase de ERE

2º CICLO: Hay 26 en clase de ERE

De cada 100 chavales que hay en el Instituto:

-          1º CICLO: Hay 24 en clase de ERE

-          2º CICLO: Hay 18 en clase de ERE

BACHILLERATO

De cada 100 jóvenes que hay en el Instituto, 15 van  a clase de ERE

De cada 100 jóvenes que hay en el Instituto, 12 van  a clase de ERE

 

INTERPRETACIONES

 

- Bajada de 2 puntos en Infantil y Primaria.

- ¡Sorpresa! Subida de 4 y 8 puntos, respectivamente, en el I Ciclo de la Eso y en el II.

- Otra sorpresa: Subida de 3 puntos en Bachillerato.

 

  • Es la primera vez en muchos años que se constata una subida en ESO y en Bachillerato. ¿A qué se debe? Porque desde la Administración ha concedido más aulas, y por tanto, más horas a la Asignatura.

 

  • Continúa el descenso, ¡preocupante!, en Infantil y Primaria. Hace 7 años el porcentaje estaba en un 74%.

 

 REFLEXIONES

 

  • En Infantil y Primaria: seguir insistiendo, en que la elección de la Religión, depende principalmente, de los padres. Estas bajadas nos indican la falta de información o de interés, la bajada de la dimensión religiosa en la población, la infravaloración de lo religioso en lo público (medios de comunicación, política, cultura), incultura religiosa... Todo esto choca con la celebración, frecuente y masiva, de las primeras comuniones; la proliferación de convocatorias de religiosidad popular, etc.

 

  • En Secundaria y en Bachillerato: cuando a la asignatura de Religión se le reconoce, se intenta poner a la misma altura que el resto de las asignaturas (evaluación, igualdad de horas, reconocimiento de su especificidad...), los alumnos responde favorablemente.

 

  • En los Centros Públicos de Infantil y Primaria hay 79 profesores de ERE + 19 en ESO y Bachillerato: 98 profesores en total.

 

 AÚN MÁS...

 

  • Como se ve, es muy importante el trabajo conjunto de Escuela, Familia y Parroquia. El alumno, como cualquier persona, forma parte de un todo. Es preciso atajar la disgregación individualista, como si las diversas dimensiones del ser humano se dieran aisladas, sin conexión unas con otras.

 

  • Leía una frase el otro día que se puede aplicar perfectamente a nuestra situación: "para educar a un niño hace falta la tribu entera". Sin menospreciar el lugar propio y las funciones específicas que cumple la Escuela en la formación de la persona, se corre un grave riesgo al arrinconar la dimensión religiosa "de la tribu" pues se le está privando a la persona de algo que pertenece a su propia esencia.

 

  • Cuando escribo estas líneas, el contexto político y social es de inseguridad ante la falta de consenso de los políticos para formar gobierno. Nuestro país aparece como un mosaico fragmentado por posiciones irreconciliables, ¿y la vocación al servicio del bien común, por encima de intereses partidistas? Si fuéramos a clase de religión, como mínimo podríamos escuchar, que el éxito de una persona, vease Jesús de Nazaret, no está en el poder, sino en servir.

Agustín Bugeda Sanz

(Vicario general)

 

Estamos comenzando el Jubileo de la Misericordia y para poder vivirlo mejor, el Espíritu está suscitando en toda la Iglesia y en nuestra Iglesia particular iniciativas pastorales tanto individuales como comunitarias que están siendo ya en sí mismas una ocasión de gracia. 

Entre estas iniciativas quisiera fijarme particularmente en este mes en la que hemos llamado “un lugar para el perdón” y que queremos iniciar con el tiempo cuaresmal.

Llevábamos tiempo en diverso ámbitos diocesanos pensando en la posibilidad de ofrecer en Guadalajara un lugar con un horario más continuado donde hubiera un sacerdote dispuesto a celebrar el sacramento del perdón.

Por diversos motivos no acababamos de emepezar, y ha sido la ocasión del Jubileo de la Misericordia la que ha animado a nuestro obispo a tomar la decisión de empezar a ofrecer este espacio.

Se ha visto que hoy día el mejor lugar para comenzar es la Concatedral de Sta. María en Guadalajara. Es un templo jubilar, tiene espacio para celebrar el sacramento de la reconciliación y como Concatedral es un lugar especialmente diocesano donde el Obispo tiene su Cátedra. Es juntamente con la Catedral, las dos Iglesias madres de la Diócesis.

Por ahora se va a comenzar ofreciendo a todos los fieles unas horas al día, las primeras de la jornada, de 8,30 a 11 de la mañana y al caer la tarde de 6 a 8. Dependiendo de la oferta de sacerdotes y de la respuesta que se tenga se podrá ampliar el horario.

Este espacio no sólo quiere ser un lugar fijo donde los fieles encuentren un sacerdote siempre disponible, sino que ha de ser también un símbolo y llamada para que nuestras parroquias y diversos templos permanezcan abiertos y ojala con tiempo suficiente por parte de los sacerdotes para acoger y celebrar el sacramento del perdón.

Todos somos conscientes de la grandeza, necesidad y gran bien que nos hace celebrar este sacramento periódicamente. Como decía el Santo Curas de Ars, es algo tan grande, que si Dios no nos lo hubiera dado, los hombres ni siquiera hubiéramos tenido la osadía de pedirlo.

Aprovechemos esta oportunidad del Jubileo de la Misericordia para acoger el perdón de Dios, su gran amor a través del sacramento de la reconciliación y así poderlo trasmitir a los demás.

El Jubileo es la ocasión para comenzar esta iniciativa como tantas otras, que nacen ante una necesidad, y tienen vocación de permanencia. Que a lo largo de este año podamos ir aumentando las horas de acogida, y sea el principio de la creación de un  gran lugar diocesano de la misericordia divina.

GRANITOS DE MOSTAZA

 

Álvaro Ruiz Langa

(Delegado diocesano de MCS)

 

Como si la vida tomara un impulso oportuno al estrenar calendario, el mes de enero suele traer en sus alforjas propósitos estupendos. Nada más natural que empezar el año alimentando los anhelos interiores con proyectos de mejoría. Sean para mejorar el cuerpo, sean para perfeccionar el alma, a eso suena el dicho de la sabiduría refranera “Año nuevo, vida nueva”. Los buenos propósitos siempre tienen su nobleza. Y han de tener concreción. Por eso conviene basarlos en un proyecto que quedará definido por un plan de acción. Sin fundamento y refuerzo, como tantas veces ocurre, los propósitos terminan diluyéndose como las volutas de humo que desprende el cigarrillo. Valgan estos renglones para introducir un trío de planes fundados y, de algún modo, fundantes.

Los planes del papa Francisco. No son de enero ni de año nuevo. Él los mostró desde el comienzo de su pontificado y él mismo los va actualizando con obras y palabras, en discursos solemnes y en catequesis ordinarias. Tres compromisos más que propósitos: el empeño de ir trabajando por “una Iglesia pobre y para los pobres”, la difícil tarea de la “conversión” del papado y la reforma de la curia vaticana. Mucho calado. De ahí que pida con insistencia incansable el rezar para que el Espíritu acompañe y ayude; rezar por las “intenciones del Papa”.

El Plan Pastoral de la Iglesia española. Los obispos españoles sí que estrenan plan en enero. Es para el período 2016-2020 y responde al título “Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo”. El jueves 22 de enero comienza la andadura de este proyecto pastoral, que propone para cada uno de los cinco años un vector de interés sobre el que impulsar la vida religiosa de los católicos españoles. Para 2016: reflexionar sobre las exigencias de la evangelización en España. Para 2017: impulsar la implicación de todos (clero, religiosos y seglares, comunidades y parroquias, jerarquía y fieles…) en el servicio de la evangelización. Para 2018: el anuncio de la Palabra por los agentes pastorales, con especial mirada sobre la familia y la formación para el matrimonio. Para 2019: la participación de los fieles en la celebración del Misterio cristiano, atendiendo con preferencia la revitalización del domingo. Y para 2020: reavivar en las comunidades cristianas la dimensión caritativa de la Iglesia, que siempre solicita atender las necesidades de los más pobres.   

El texto ha sido redactado por una ponencia de la que han sido miembros el cardenal Fernando Sebastián, los obispos González Montes, Omella Omella, García Beltrán y el secretario general de la CEE, José Mª Gil Tamayo. La presentación del Plan Pastoral 2016-2020 fue el pasado 16 de diciembre y contó con la intervención de los tres obispos redactores, además del secretario de la CEE. Entra en vigor el próximo 22 de enero, día que los obispos españoles piden que sea jornada de ayuno y oración por tal motivo.

El Plan Pastoral Diocesano. “El amor de Cristo nos urge” es el plan de la Iglesia de Sigüenza-Guadalajara. Aún le queda más de la mitad de recorrido, pudiera hablarse que las principales etapas, tras la difusión inicial y las primeras aplicaciones. En este curso importan dos líneas de acción: la formación de agentes de pastoral que, en su momento, vayan poniéndose al servicio de las unidades pastorales que lo requieran; y el estudio de la pastoral del sacramento de la Eucaristía, sobre todo en cuanto atañe a la preparación y práctica de la primera comunión.

El Jubileo extraordinario de la Misericordia. La iniciativa del papa Francisco promete y puede convertirse en catalizador no solo de las dinámica pastorales española y diocesana, sino también y sobre todo, en fuente nutricia de la religiosidad en todas las comunidades católicas del mundo. Motivo también por que rezar; razón por que vivir.

Por Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenafuente del Sistal)

 

 

Buenas tardes, queridos hermanos y amigos en el Señor: “El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran Luz” (Is 9,2); ese pueblo somos nosotros. Sí, “Hermanos, Dios ha nacido sobre un pesebre. Aleluya. Hermanos cantad conmigo: Gloria a Dios en las alturas” (Carmen Cañada). Resuena en nuestro corazón el eco agradecido de los villancicos, y así deseamos que resuene todos los días del año y en cada acontecimiento. 

Esta tarde, solo podemos compartir con todos vosotros el gozo del nacimiento de nuestro Salvador, que ha inundado de alegría y luz nuestra casa y nuestro corazón. La sabiduría de la Iglesia nos concede expresar este regocijo en la liturgia de todos los días, en el cántico de Completas con las palabras de Simeón: “Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel” (Lc 2, 32). 

Esta gran satisfacción y júbilo es desbordante desde nuestra realidad de pobreza y debilidad, pues experimentamos sin cesar que frente a nuestra infidelidad, la respuesta de Dios Padre es la Misericordia que, como dice el Papa Francisco en la bula, es el actuar de Dios hacia nosotros.  

Esta emoción, descrita con palabras del evangelista san Juan -“Dios es Luz sin tiniebla alguna” (1ª Jn 1,5)- y con las del Papa Francisco -“Jesús es el rostro de la misericordia del Padre” (MV 1)-, nos han producido un gran anhelo en el corazón; por una parte, el deseo de explorar la bula Misericordiae Vultus, y a la vez tener muy presentes estas palabras del Papa en la oración, pedir al Señor su gracia, ya que “también la misericordia es una meta por alcanzar que requiere compromiso y sacrificio” (MV 14). Con estas inquietudes, hemos escuchado las palabras del Abad General de la orden en su felicitación de Navidad: “La reconciliación es, en el fondo, la única exigencia de la misericordia de Dios, el único “precio” de la gracia infinita del Padre.” Que es lo mismo que decimos en la oración que Jesús nos ha enseñado: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. 

En esta tensión de vivir en la voluntad de Dios, nos consuelan las palabras del profeta: “Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.” (Is 55, 10-11). Nos consuelan y nos animan, al igual que esta expresión de la Regla de san Benito: “¡Jamás desesperar de la misericordia de Dios!”(RSB 4, 74).  

 

Unidos en oración, que el Señor nos conceda ser instrumentos de su Misericordia

 vuestras hermanas de Buenafuente del Sistal

Jesús Montejano

(Delegación de Piedad Popular)

 

 

La Peregrinación  está en el alma del pueblo. Ya el pueblo de Israel vivía con ilusión su peregrinación a Jerusalén, para allí orar en el templo y encontrarse, de manera especial, con el Dios de la Alianza.

Las peregrinaciones son una expresión importante de la piedad popular, un momento de vivencia religiosa profunda, de fiesta y de encuentro en torno al santuario y  la imagen que se venera y que propicia un encuentro profundo con Dios y con las personas que realizan, bien personalmente bien en grupo o parroquia, dicha peregrinación. Peregrinar es abrir el corazón y las manos para el encuentro con Dios y con los hermanos. Peregrinar hace referencia a la conversión personal y a la penitencia.

El Año Santo es una invitación a peregrinar a los Santos Lugares, a Roma o a las Puertas Santas de la propia diócesis. El papa Francisco habla de la peregrinación como “signo peculiar del Año Santo, porque es imagen del camino que  cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada” (MV, 14).

¿Cuál es la meta anhelada?: La misericordia. Llegar a esta meta requiere compromiso y sacrificio. A ello se llega a través de un itinerario concreto en nuestro peregrinaje, que es fundamentalmente interior.

En nuestro caso, el Decreto del Sr. Obispo sobre el Año Jubilar indica como lugares jubilares la Catedral de Sigüenza, la Concatedral de Guadalajara, los santuarios marianos de la Virgen de la Salud y de la Hoz, la Ermita de la Soledad de Azuqueca, y el monasterio de Buenafuente del Sistal.

Esperamos que estos lugares, de gran riqueza religiosa, cultural, natural y artística, sean lugares también de riqueza de misericordia, lugares donde experimentemos de manera especial la gracia de la presencia y de la cercanía de Dios.

Pongámonos en camino, que todos aprovechemos la ocasión de este recorrido interior y espiritual, a la vez que material y físico, como las obras de misericordia, que este Año Jubilar de la Misericordia nos brinda.

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