Agustín Bugeda Sanz

(Vicario General de Sigüenza-Guadalajara)

 

Tras la celebración gozosa de numerosas fiestas en nuestras comunidades y el merecido descanso o cambio de actividad, llega de nuevo un nuevo curso pastoral.

En este ritmo del Tiempo Ordinario, la Palabra de Dios nos anima a ser fieles en lo poco para que se nos pueda encargar de lo mucho. Ciertamente “no hay virtud más eminente que hacer sencillamente bien lo que tenemos que hacer” –decía el literato- y eso es lo que estamos llamados a realizar siempre y ahora en el ritmo ordinario de forma particular.

 Hemos de encontrar cada uno nuestro puesto en la sociedad y en la Iglesia para dar fruto y fruto en abundancia. Para ello nuestra oración cada día no puede ser otra que la de María: “Hágase tu voluntad, hágase en mí según tu Palabra”, y así viviremos en paz, felices, intentando cumplir cada día la voluntad divina en nosotros con toda sencillez y entrega.

Precisamente la apertura ayer mismo, del proceso de beatificación y canonización de nuestro obispo D. Jesús Plá, un santo de lo ordinario, de la entrega cotidiana, nos ayuda y alienta en este vivir de cada día, haciendo cotidianamente bien lo que tenemos que hacer.

Este curso pastoral para nuestra diócesis estará marcado por intentar cumplir uno de los objetivos específicos de nuestro Plan Pastoral diocesano vigente: “Que nuestras comunidades estén atentas a escuchar el clamor del pobre y a socorrerlo, viendo en él la prolongación de la Encarnación de Cristo”.

Analizar, organizar, impulsar la condición samaritana de nuestra Iglesia particular de Sigüenza-Guadalajara será tarea y afán de todos en este curso como culminación y prolongación a la vez del Jubileo de la Misericordia.

Para ayudarnos en esta tarea comenzaremos nuestro curso con el Encuentro del Pueblo de Dios, el próximo 1 de octubre, que tiene como lema “Misión que es Amor”. A él estamos todos invitados, y no debería faltar ningun agente pastoral de nuestras comunidades, de tal manera que viviendo en comunión, todos nos sintamos y seamos lanzados a la Misión que sólo podremos realizar desde el Amor.

En ese mismo encuentro nuestro Obispo D. Atilano nos presentará su carta pastoral para este año que gira en torno a este tema y desde diversos ángulos nos ayudará a crecer en la caridad, a vivirla como algo propio de la misión, a enlazar íntimamente lo que creemos, lo que celebramos y lo que vivimos.

Queridos amigos, comencemos con ilusión renovada este nuevo curso pastoral. Nos mueve el Espíritu Santo siempre joven y siempre nuevo para que sigamos haciendo de nuestra Iglesia, una Iglesia en salida, en salida especialmente hacia los más pobres, los más pobres en el cuerpo y en el alma.

 

                        

47ª aniversario de mi ordenación sacerdotal

 

Por Ángel Moreno

(Vicario de Vida Consagrada)

 

 

Este año de gracia, Señor, en el que nos has querido abrir de manera especial la puerta de la misericordia, me acerco a tu imagen para contemplar hasta dónde ha llegado tu amor por nosotros, en el ofrecimiento del perdón. 

Leo en los Evangelios las palabras que  dirigiste a tus discípulos: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por su amigos”. Pero Tú no solo te entregaste en manos de los que te crucificaron por los tuyos, sino que lo hiciste por todos los hombres, y como expresión de la verdad de tu ofrecimiento, dijiste al ladrón arrepentido: “Hoy estará conmigo en el paraíso”, y en una súplica suprema a tu Padre rogaste por los mismos que te crucificaban: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. 

Nadie queda fuera de tu misericordia, y sin embargo, hay veces que me resisto a presentarte mi pobreza, o porque la legitimo con el argumento de que soy humano, o porque me parece que ya no tengo remedio. 

Y Tú permaneces, de la manera más discreta, entregando tu espíritu, para que como leve susurro me mueva a la confianza, y me acerque humilde a solicitar tu perdón. 

A lo largo del verano he meditado las obras de misericordia, y me ha iluminado la explicación que nos hace el papa Francisco de lo que es la justicia. Para el Papa, justicia significa confianza en ti, abandono en tus manos, como Tú lo hiciste en manos de tu Padre, porque estabas seguro de su amor. 

Si Tú te has entregado enteramente y por amor en manos de tu Padre para demostrarnos hasta donde llega tu confianza, que se vio coronada por el triunfo de tu resurrección, y yo, en mi caso, me quedo anclado en la sospecha, en la reticencia, en la desconfianza por no dar crédito al ofrecimiento de tu perdón, estoy siendo injusto contigo y con tu Padre.

He sentido, Señor, la necesidad de reivindicar la confianza en tu persona. Te has ganado el crédito más absoluto. Instalarnos en nuestro egoísmo, defendernos de tu mirada por sentir vergüenza, o creer que ya no tenemos acceso al perdón por nuestra debilidad crónica, es una injusticia que cometemos contigo. 

Cristo, no dejes de enviarme tu aliento, el soplo de tu Espíritu, para que siempre, en cualquier circunstancia, vuelva a casa, a tu abrazo, y entre por la puerta de la misericordia, la que me restaura, sin echarme en cara mi pobreza, mi debilidad y hasta mi pecado. 

Gracias, Señor, por permanecer con los brazos abiertos, esperando siempre mis retornos. ¡Que de una vez me quede bajo tu mirada, sin emanciparme de tu amor!

Por Jesús Montejano

(Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)

 

“Fe y caridad se necesitan mutuamente y no pueden caminar separadas. Han de ser testimoniadas y proclamadas como pertenecientes ambas a la misma y única misión evangelizadora” (Plan Pastoral Diocesano 2014-2018  El amor de Cristo nos urge, n. 31).

 

La fe necesita obras, y el creer en Jesucristo conlleva necesariamente vivir y actuar como Él. El amor es el mandato característico de todo lo cristiano.

Por ello toda asociación pública de fieles, como son las cofradías y hermandades, tienen como uno de sus fines generales, la realización de las obras de caridad. Así aparece en el primero de los artículos de sus estatutos.

Al hilo de la programación diocesana para este curso, y en la línea de XXIV Encuentro del Pueblo de Dios, la Delegación de Piedad Popular ha organizado la Jornada Jubilar y Encuentro de las Cofradías y Hermandades, que tendrá lugar en la ciudad de Guadalajara el día 15 de octubre.

En ella se pretende dar la oportunidad de experimentar el amor de Dios en este año de la Misericordia, disfrutar de una jornada de oración, formación e información, así como de expresión de la fe. Dicha fe expresa y compromete en el amor a Dios y a los hermanos, un amor que es el mejor lenguaje para evangelizar, porque todo el mundo lo entiende.


A propósito del último juego informático del Pokémon Go

 

Por Juan José Plaza

(Delegación de Misiones)

 

 

Hace unos días me encontré con una madre y un niño pequeño; no tendría más de 3 años. El niño llevaba en la mano un móvil de grandes dimensiones. Iba con los ojos fijos en la pantalla y la madre dándole indicaciones, entre ellas: “mira a la acera no te vayas a caer”. Entonces me di cuenta de que estaban practicando el último de los juegos informáticos: el POKÉMON GO.

Me parece obligado, al comenzar este artículo, el invitaros a ir a WIKIPEDIA para ver lo que nos dice sobre  EL MUNDO VIRTUAL. Allí leemos: “Es un entorno de escenas, objetos…de apariencia real, generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario la sensación de estar inmerso  e incluso viviendo en esa dimensión”.

Hasta hace no muchos  años, los niños, los jóvenes, los más mayores, es decir, todos…estábamos insertos en la REALIDAD  a secas, sin apellidos. Nos teníamos que enfrentar a los acontecimientos  vitales en toda su entidad fueran agradables o desagradables (la vida con sus fatigas y preocupaciones, el trabajo, los problemas, la diversión, incluso la muerte…). Nuestros juegos de niños, aunque, a veces  revestidos  de idealismo,  tenían un sustrato real. Además, la proximidad a la naturaleza nos daba  experiencia de las cosas que afectaban a nuestra existencia; conocíamos cómo se cosechaba el trigo para hacer el pan, cómo se obtenían los frutos y  se criaban  los animales, que nos proporcionaban alimento, etc. Incluso  los contenidos de nuestra fe tenían una manifestación real e influencia  en nuestras vidas, desde la más tierna infancia.

A medida que se ha ido construyendo la Torre de Babel del “MUNDO VIRTUAL”, éste  se ha ido metiendo como por osmosis y configurando nuestras  vidas, al contacto con el cine, la TV, Internet, las consolas, los videojuegos, el móvil, las tablets…

No es que  condenemos  estos “inventos”; pero sí que hemos de saber utilizarlos con la debida precaución, pues pueden sernos provechosos o tener graves repercusiones en nuestras vidas. A la vista están las adiciones a que llevan: adolescentes pegados constantemente al móvil o al internet o a la videoconsola…, viviendo fuera de la realidad. Se ha llegado incluso a que algunos jóvenes han cometido crímenes practicando juegos  de rol o que se han aislado en sus casas no queriendo tener contacto con el mundo real. También el  juego del Pokémon Go parece que tiene sus peligros o inconvenientes. 

El “mundo virtual” puede llevarnos  a una especie de “enfermedad o psicosis cibernética“ de imprevisibles consecuencias no sólo en lo que respecta a la vida física o material, sino también a la vida moral y espiritual.

Creo firmemente que no debemos abusar de estos medios o tecnología: videos, aplicaciones,  películas…en lo que respecta a la formación de la fe y vida cristianas. En  ocasiones pueden ser de gran apoyo para ciertas explicaciones; pero el uso indiscriminado…puede llevar a la confusión de  considerar los contenidos de la   fe, las enseñanzas de Jesús en el Evangelio, las manifestaciones religiosas o espirituales (la oración, etc.) como una expresión  virtual o  a asimilarlas con  el mundo virtual, es decir, como algo impersonal, como algo que está allí, en la “nube”.

¿Cómo descubrir si esto es así o nos afecta? Sencillamente aplicando una regla evangélica: “Por sus frutos los conoceréis” (Mat. 7, 16-21)  Si nuestras vidas y obras van guiadas por la fe, es que vivimos  una vida cristiana verdadera, real. Si   nuestra fe no tiene conexión con nuestra vida y la va impulsando cada vez más a amar a Dios y al prójimo es que  se ha convertido en una realidad virtual.

La verdadera educación en la fe, ya desde niños, tiene que estar fundamentada  en un encuentro personal con Cristo, que no es una idea o realidad virtual, sino  que es un Dios vivo que está a nuestro lado y dentro de nosotros mismos, que está “tan cerca de mí que lo puedo tocar”, como dice la canción.  Esto ha de ser tenido muy en cuenta en la metodología que se siga en las catequesis. No vale solo la memorización ni el relato magistral, los medios informáticos-cibernéticos, ni tan siquiera el testimonio (que es importantísimo)…, hay que poner al catequizando en contacto real con Cristo por los medios oportunos,  sobre todo, el de la lectura en fe de la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos… y los efectos que estos medios  produce en nosotros a través de la gracia). Santa Teresa de Jesús decía que el verdadero conocimiento de Dios es experiencial. Y lo decía con conocimiento de causa…

Los grandes convertidos de la Historia de la Iglesia: Zaqueo, la Samaritana, San Pablo, San Agustín, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, Edith Stein y, quizás, gentes más cercanas que conocemos, se han convertido y han comenzado a vivir le fe, a vivir con sinceridad una vida cristiana cuando han tenido un encuentro personal con Jesús, una verdadera experiencia de Dios.

Enrique A. Eguiarte  Bendímez (agustino recoleto), en un artículo que titula: “La fe ¿una realidad virtual? Escribe: “La lucha por el cristianismo ya nos será la lucha por un cristianismo como doctrina. Esa es la confrontación entre ortodoxia y heterodoxia (…). Se luchará por un cristianismo como existencia. La cuestión fundamental será el amor al prójimo, la atención se dirigirá a la vida de Cristo y el cristianismo deberá ocuparse fundamentalmente de configurar su vida con la del Maestro (…). La indignación de todo el mundo grita: ”Lo que queremos ver son hechos”. (el subrayado es del filósofo Kierkegaard).

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