En la fiesta, pasado mañana, de san Joaquín y santa Ana, el Día de los Abuelos, la Iglesia en España reza por los ancianos, las mayores víctimas de la pandemia

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

 

 

 

 

 

Cada año el día 26 de julio, pasado mañana, es  la memoria  de san Joaquín y santa Ana, los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús, el Día de los Abuelos, una jornada, pues, para felicitar, recordar, revalorizar y agradecer a los abuelos y a los mayores su extraordinaria contribución.

Y ello todavía más ahora en medio de los efectos devastadores que el coronavirus ha supuesto para tantos y tantos miles de ancianos y de residencias de mayores. Por este motivo, el obispo diocesano oficia el domingo 26 de julio la misa en la iglesia de las Hermanitas Desamparados de Guadalajara, como oración y homenaje a todos los mayores y a sus cuidadores.

Santa Teresa Jornet e Ibars, de la que luego ofrecemos una semblanza biográfica, es la patrona de la ancianidad, la titular de la citada residencia de ancianos de Guadalajara y la iniciadora, junto al sacerdote seguntino venerable siervo de Dios Saturnino López Novoa, fundador, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

 Además, todas las misas parroquiales de este domingo 26 de julio serán ofrecidas por todas las víctimas de la pandemia.

Por todo ello, este artículo de hoy de la página de Religión de NUEVA ALCARRIA es un homenaje a las personas mayores, a nuestros queridos e imprescindibles ancianos.

 

¿Quién fue santa Teresa Jornet e Ibars? 

Es la patrona de la ancianidad y, como queda dicho,  la iniciadora, junto al sacerdote seguntino venerable siervo de Dios Saturnino López Nova, fundador, de la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.  Teresa de Jesús Jornet e Ibars nació en Aytona (Lérida), en  el seno de una familia religiosa, el 9 de enero de 1843.  Tuvo dos hermanas y tres sobrinas religiosas, y tío abuelo suyo fue el beato Francisco Palau,  fraile carmelita y predicador

Estudió en Lérida para maestra e ingresó en el monasterio de las clarisas de Briviesca (Burgos). Pero la situación política de la segunda mitad del siglo XIX no permitía la emisión de votos. Entonces se hizo carmelita terciaria, dedicándose a la enseñanza. Posteriormente, junto a un grupo de sacerdotes en Barbastro, bajo el impulso de don Saturnino,  se dedicó a la atención de ancianos abandonados. Se estableció en Valencia  donde quedó fijada la casa madre de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Falleció en Liria (Valencia) el 26 de agosto de 1897. A su muerte había ya 103 asilos o residencia de ancianos en España y América. Fue beatificada el 27 de abril de 1958 por Pio XII y canonizada por Pablo VI el 27 de enero de 1974.

 

Mensaje de la CEE para el día de san Joaquín y santa Ana 

«Desde el pasado mes de marzo que se decretó el estado de alarma en nuestro país, por motivo de la pandemia de la COVID 19, hemos podido contemplar cómo los más afectados por este virus han sido los mayores, falleciendo un gran número de ellos en residencias, hospitales y en sus propios domicilios. También, nuestros mayores, debido a las circunstancias tan excepcionales, son los que más han sufrido el drama de la soledad, de la distancia de sus seres queridos. Todo esto nos debe llevar a pensar, como Iglesia y como sociedad, que “una emergencia como la del COVID es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad” (Pandemia y fraternidad universal, Nota sobre la emergencia Covid-19, Pontificia Academia para la Vida, 30/03/2020).

En una sociedad, en la que muchas veces se reivindica una libertad sin límites y sin verdad en la que se da excesiva importancia a lo joven, los mayores nos ayudan a valorar lo esencial y a renunciar a lo transitorio. La vida les ha enseñado que el amor y el servicio a los suyos y a los restantes miembros de la sociedad son el verdadero fundamento en el que todos deberíamos apoyarnos para acoger, levantar y ofrecer esperanza a nuestros semejantes en medio de las dificultades de la vida. Como afirma el Papa Francisco: “La desorientación social y, en muchos casos, la indiferencia y el rechazo que nuestras sociedades muestran hacia las personas mayores, llaman no sólo a la Iglesia, sino a todo el mundo, a una reflexión seria para aprender a captar y apreciar el valor de la vejez” (Audiencia del Papa Francisco a los participantes en el Congreso Internacional “La riqueza de los años”, Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, 31/01/2020).

Pero no basta contemplar el pasado, aunque haya sido en ciertos momentos muy doloroso, hemos de pensar en el futuro. No deberíamos olvidar nunca aquellas palabras del Papa Francisco en las que afirmaba que una sociedad que abandona a sus mayores y prescinde de su sabiduría es una sociedad enferma y sin futuro, porque le falta la memoria. Allí donde no hay respeto, reconocimiento y honor para los mayores, no puede haber futuro para los jóvenes, por eso hay que evitar que se produzca una ruptura generacional entre niños, jóvenes y mayores.

Conscientes de ese papel irremplazable de los ancianos, la Iglesia se convierte en un lugar donde las generaciones están llamadas a compartir el plan de amor de Dios, en una relación de intercambio mutuo de los dones del Espíritu Santo. Este intercambio intergeneracional nos obliga a cambiar nuestra mirada hacia las personas mayores, a aprender a mirar el futuro junto con ellos. Los ancianos no son sólo el pasado, sino también el presente y el mañana de la Iglesia».

 

Los ancianos en 15 mensajes en Twitter del Papa 

1.-No podemos dormir tranquilos mientras haya niños que mueren de hambre y ancianos sin asistencia médica. (17-8-2013) 

2.-La cultura del descarte produce muchos frutos amargos, como el desperdicio de alimentos y el aislamiento de muchos ancianos. (25-10-2013) 

3.-Ningún anciano debe estar «exiliado» de nuestra familia. Los ancianos son un tesoro para la sociedad. (11-1-2014)

4.-Una sociedad que abandona a los niños y a los ancianos cercena sus raíces y oscurece su futuro. (6-5-2014)

5.-A veces descartamos a los ancianos, pero ellos son un tesoro precioso: descartarlos es injusto y una pérdida irreparable. (17-6-2014)

6.-Practiquemos el cuarto mandamiento visitando con cariño a nuestros padres ancianos. (26-5-2015)

7.-El futuro de un pueblo supone necesariamente el encuentro entre los jóvenes y los ancianos. (14-6-2016)

8.-Queridos ancianos, Dios no les abandona, ¡está con ustedes! Con su ayuda, ustedes son memoria viva para su pueblo. (15-6-2016)

9.-Acordémonos de los ancianos y los enfermos, que en verano a menudo se quedan más solos y pueden encontrarse en dificultad. (17-7-2016)

10.-Estoy cercano a tantos ancianos que viven escondidos, olvidados y descuidados. Y agradezco a aquellos que están comprometidos con una sociedad más inclusiva, que no necesita descartar a aquellos que son débiles en cuerpo y mente. #WEAAD (15-6-2019)

11.-#OremosJuntos por los ancianos, que en este momento sufren con mayor intensidad una gran soledad, a veces con mucho miedo. Ellos nos han dado la vida, la sabiduría, la historia... Estemos a su lado con la oración. (17-3-2020)

12.- En estos días de tanto sufrimiento hay también mucho miedo: el miedo de los ancianos que están solos, el miedo de los trabajadores sin un salario fijo, el miedo de cada uno de nosotros... #OremosJuntos al Señor para que nos ayude a tener confianza y a vencer el miedo. (26-3-2020)

13-#OremosJuntos por los ancianos, especialmente por aquellos que están aislados o en casas de reposo y tienen miedo de morir solos.  Ellos son nuestras raíces; nos han dado la fe, las tradiciones, el sentido de pertenencia. Oremos para que el Señor esté a su lado. (15-4-2020)

14.-La pandemia de #COVID19 ha puesto de manifiesto que nuestras sociedades no se han organizado lo suficiente para hacer espacio a los ancianos, con justo respeto a su dignidad y fragilidad. Donde no se cuida a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes. #WEAAD2020 (15-6-2020)

15.-El nacimiento de #sanJuanBautista de padres ya ancianos nos enseña que Dios no depende de nuestras lógicas y de nuestras limitadas capacidades humanas. Es necesario aprender a fiarse y a callar frente al misterio de Dios, y a contemplar con humildad y silencio su obra. (24-6-2020).

 

Decálogo para amar y servir a los mayores

1.-Mirarás al anciano como una bendición de Dios.

2.-Darás gracias a Dios por él y con él porque tu vida, que atesora además la sabiduría de los años y de la experiencia, es tan preciosa, tan útil y tan necesaria como la tuya.

3.-Hablarás al anciano, despacio, claro, y al oído si está un poco sordo, y siempre con cariño y con respeto.

4.-Le escucharás con gusto y con comprensión cuando te repita historias del ayer.

5.-Desviarás la mirada cuando cualquier debilidad aflore en el rostro, en las manos o en alma del anciano.

6.-Habrás de saber que la mejor herencia que dejan los mayores es su ejemplo, su consejo y su amor.

7.-Rezarás por los mayores y orarás con ellos, pues su oración continua es su desahogo, su mejor oficio y el mayor beneficio para la familia.

8.-Te esforzarás en derramar alegría, acogida y calor en tus relaciones con los mayores. La familia es el mayor de los tesoros de los ancianos.

9.-Visitarás a los mayores, te interesarás por ellos, les preguntarás por su vida porque todo ello vale que los regalos, los obsequios y las limosnas.

10.-Llamarás al sacerdote, recurrirás a la Iglesia, cuando el anciano necesita ánimo, salud, sacramentos y gracia.

 

Bienaventuranzas de los ancianos

1.-Bienaventurados los que aceptan su ancianidad como un don, como una gracia de Dios, a la que hay que saber responder con amor, con alegría y con agradecimiento.

2.-Bienaventurados los que saber vivir gozosamente el presente, los que aceptan la vida de cada día y de cada año con gozo, con esperanza, con optimismo y con audacia.

3.-Bienaventurados los que en la vejez siguen produciendo frutos sazonados, los frutos de la actividad o de la pasividad, los frutos del servicio o del sufrimiento, los frutos, en suma, del amor. El cristiano anciano  es, reza un salmo, como «el árbol plantado al borde de la acequia, que da fruto en su sazón, que no se marchitan sus hojas y que cuanto emprende tiene bien fin».

4.-Bienaventurados los que son fuente de alegría para los demás, los que no pierden la sonrisa y la esperanza, los que saben aderezar con el humor y el amor los guisos de la vida.

5.-Bienaventurados los que conservan la fe y la esperanza en un Dios bueno y misericordioso, ese Dios que les ha amado durante toda la vida y que ahora les abre poco a poco las puertas del cielo con la llave de la debilidad y del temblor.

6.-Bienaventurados los que creen en el valor redentor y misional del sufrimiento, los que han descubierto que es preciso suplir en nuestro cuerpo lo que le falta a la pasión de Cristo, los que saben que, como escribiera santa Teresita de Lisieux: «Se salvan más almas con el dolor que con los mejores sermones».

7.-Bienaventurados los que superan el dolor con alegría y se revisten de la paz de hijos de Dios, irradiando esperanza y paz a un mundo tantas veces zozobrado y encrespado.

8.-Bienaventurados los que ejercitan el amor, también en el atardecer. Bienaventurados seréis, vosotros, los mayores, cuando comprendáis y viváis estos versos de san Juan de la Cruz: «Mi alma se ha empleado y todo mi caudal en su servicio: ya no guardo ganado, ni tengo otro oficio, que sólo en amar es mi ejercicio».

 

 

Artículo publicado en el periódico 'Nueva Alcarria' el 24 de julio de 2020

Por Juan Pablo Mañueco

(Escritor y periodista)

 

 

Se nos vuelve ahora el silencio aroma;
suave recogimiento ante el misterio;
perfume de respeto, grave y serio
que arriba sube en forma de paloma.


Medita en el sigilo que el salterio
mudo de un interior tiempo da idioma
oloroso de flores, que en redoma
de calma sube y crece a tu criterio.


Esta fase es la tuya, trigo y poma
por que sientas en ti tu magisterio,
que alimente tu vida: así la toma.


Torne después el ruido y el imperio
del mundo disonante, que ya asoma
al excelso sosiego… y lo desploma.


Juan Pablo Mañueco


Vídeo autor:
https://www.youtube.com/watch?v=HdKSZzegNN0

 

Lourdes Mesa

(Conferencias de San Vicente de Paúl de Guadalajara)

 

 

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Sobre la lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos, 12, 5-16

Cada día, cuando me levanto, al hacer mi oración matutina, leo también las lecturas correspondientes a la liturgia eucarística y me interpeló el regalo de esta lectura tan clara y concreta que todos podemos comprender. Yo no soy una entendida en la interpretación de la Sagrada Escritura, sólo intento estar abierta y dejar que ilumine mi caminar como cristiana.

Comienza diciendo: “Hermanos, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros. Teniendo dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado…”.

Uff, me dejó en el más estricto silencio, dentro del silencio en el que ya me encontraba. “Existimos en relación a los otros”, porque todos formamos el cuerpo de Cristo. ¡Qué maravilla que todos seamos importantes para Dios! Pero desde mi empobrecida mentalidad mundana, también me planteaba que esto mismo, igualmente va dirigido a las personas con las que me cuesta convivir, aquellas por las que en algún momento de la vida, he experimentado ese dolor que causa herida y que posiblemente sea mutuo y, en lugar de utilizar el bálsamo adecuado, -la gracia que se nos ha dado - he dejado que se cerrara sin curar por dentro.

En el seno de la Iglesia, nos pasa igual. Perdemos el horizonte, que es Cristo y nos quedamos en el yo soy de esta institución, yo de tal cofradía… y no somos capaces de ver la riqueza que supone esta pluralidad y sentir alegría porque, allí donde yo no llego, otros están y puedo sentir que yo también estoy con ellos.

“Que la esperanza os tenga alegres… Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis”, sigue diciendo esta lectura. Que la esperanza nos tenga alegres está muy bien, pero ¡bendecir a los que nos persiguen….!, es harina de otro costal, me decía.

Quizás no vivamos persecuciones, hoy en nuestro marco geográfico de residencia, en el sentido estricto de la palabra, pero como he dicho antes, todos tenemos personas con las que el trato se nos hace difícil y estoy segura de que, en la mayoría de los casos, es mutuo y lo primero que se nos viene a la cabeza, es soltar “perlas” sobre esas personas y nos rompe los esquemas, el que te digan que no, que el camino no va por ahí sino que, por encima de todo, debemos “bendecir”. No perseguir a nadie, ni de palabra ni de obra. Esto sí que me dejó herida, aunque en otra dimensión: ¡entender que tenía que cambiar de mentalidad!

Os animo a todos, bueno quizás sois mucho más aventajados que yo, pero os invito a recorrer este camino que nos lleva a la libertad, esa libertad que está en el espíritu y es capaz de sanar las heridas más profundas. No sé hacia dónde me llevará, pues apenas he comenzado a caminar, pero sí sé que en ello descubro la paz, la apertura de corazón para acoger y amar a todos y eso ya merece la pena.

Con María, siempre a Cristo con y por María

 

Lourdes Mesa

De la Conferencia de San Vicente de Paúl

Conferencia Nª Srª de la Antigua

Guadalajara (España)

 

  

 

TO FIND FREEDOM

 

Dear readers, this month, let me offer you an article written by my friend and fellow member Lourdes Mesa, hoping that you will like it as much as I do.

 

About the reading of the Letter of St. Paul to the Romans, 12, 5-16

 

Every day when I get up, as I do my morning prayer, I also read the texts of the Eucharistic liturgy and I was astonished at the gift of this clear and concrete reading that we can all understand. I am not an expert on the interpretation of the Holy Scriptures, I just try to be open and let them enlighten my journey as a Christian. 

It begins by stating, "So we, being many, are one body in Christ, and individually members of one another. Having then gifts differing according to the grace that is given to us...". 

Well, it brought me to the most complete silence, within the silence where I was already. "We exist in relation to others", because we all form the body of Christ. How wonderful that we are all important to God! However, from my impoverished worldly mentality, I also wondered that this is also aimed at the people with which I find it difficult to coexist. Those who, at some point in life, made me experience that kind of pain that causes a wound, which was possibly mutual, and instead of using the right balm, - the grace that we have been given - I have let it close without being healed inside. 

The same happens to us within the Church. We lose the horizon, which is Christ and we remain in the ‘I belong to this institution’, ‘I belong to this brotherhood’… and we are not able to see the wealth that this pluralism entails nor feel joy because, where I cannot reach out, others are there and I can feel that I am also with them. 

"Rejoice in hope. Bless those who persecute you; bless and do not curse," continues this reading. The fact that hope could keep us joyful is very good, but ‘to bless those who persecute us’ is a completely different matter. 

Perhaps we are not persecuted today in our geographical location, in the strict sense of the word. However, as I said before, we all know people with whom we find difficult to get on well and I am sure that, in most cases, the difficulty is mutual,  and the first thing that comes to our mind, is to drop some "pearls" about those people. The fact that somebody tells us that this is not the path, that above all we must “bless”, shatters our preconceptions. Not persecuting anyone, by word or deed. That was what really hurt me, albeit in another dimension: to understand that I had to change my mind-set! 

I encourage all of you, although you are maybe more outstanding than me, but I invite you to walk the path that leads us to freedom, that freedom that is in the spirit and is able to heal the deepest wounds. I do not know where it will take me, for I have barely begun to walk, but I do know that I discover the peace in it, the openness of heart to welcome and love everyone, and just that is worth it. 

I hope, dear friends, that you have liked it as much as I did, and that you have enjoyed this “change of pen", which is always good.

 

With Mary, always towards Christ through Mary

 

José Ramón Díaz-Torremocha

Conferences of Guadalajara (Spain)

 

 

RENCONTRE AVEC LA LIBERTÉ

 

Ce mois-ci, permettez chers lecteurs, que je vous transmette un article de mon amie et consoeur Lourdes Mesa, en espérant que vous en apprécierez la lecture autant que moi.

 

A propos de la lecture de la Lettre de l’apôtre Saint Paul aux Romains, 12, 5-16.

 

Chaque jour au lever, et au moment de ma prière matinale, je lis en même temps les lectures correspondant à la lithurgie eucharistique, et je fus surpris un jour par le véritable cadeau que nous offre la lecture si claire et si concrète de cette Lettre, si accessible que nous pouvons tous la comprendre. Bien sûr je ne suis pas du tout une experte dans l’interprétation des Saintes Ecritures, mais j’essaie seulement d’ouvrir mon esprit et laisser ma route s’illuminer, en bonne chrétienne.

Elle commence ainsi : “Mes Frères, nous sommes nombreux mais nous formons tous un seul corps en Christ, et chacun n’existe que par sa relation avec les autres. Avec nos dons différents, selon la Grâce qui nous a été concédée…”

Bref, un extrême silence m’enveloppait, au-delà même du silence qui m’envahissait déjà. “Nous existons par notre relation avec les autres”, parce que nous sommes tous ensemble parties du corps du Christ. Quelle merveille! Que nous soyons tous aussi importants aux yeux de Dieu! Mais compte tenu de ma mentalité étroite et mondaine, je comprenais à l’instant que ceci allait également s’appliquer aux personnes avec lesquelles j’éprouve certaines difficultés relationnelles, celles-là mêmes qui à certains moments de ma vie, m’ont causé cette souffrance qui laisse des traces, probablement mutuelles. Souvent, au lieu d’utiliser la pommade adéquate - celle qui nous a été octroyée par la Grâce - j’ai laissé cette plaie se refermer sans la soigner en profondeur.

Au sein de l’Eglise, il en est de même. Nous ne voyons plus ce même horizon qu’est le Christ, et nous nous sentons très fiers en disant : “Moi, je suis de telle institution, ou moi de telle confrèrie…”; et nous sommes incapables de voir la richesse que représente cette pluralité, et d’éprouver cette joie de savoir que là où je ne peux pas agir, d’autres le feront pour moi, et en quelque sorte j’agirai à travers eux.

“Que l’espoir vous apporte la joie… Bénissez ceux qui vous persécutent ; bénissez, oui, et ne médisez point”, continue le texte. Que l’espoir nous apporte de la joie, soit, mais bénir ceux qui nous persécutent…, c’est une autre paire de manches, disai-je dans mon for intérieur.

Peut-être que nous ne vivons aucune persécution au sens propre, par les temps qui courent, mais comme je l’ai dit plus haut, nous connaissons tous des personnes avec qui notre relation est plus difficile, et je suis certaine que dans la plupart des cas, c’est mutuel. Alors, notre premier réflexe eu égard à ces personnes est d’employer  des quolibets et des moqueries, et nous n’admettons pas qu’on nous dise que ce n’est pas la bonne méthode et qu’il faut plutôt par dessus tout, “donner notre bénédiction” à ces gens. Ne persécuter personne, ni par nos paroles ni par nos actes. Là, je me sentais concernée et blessée d’une certaine manière : je compris qu’il fallait que je change de mentalité.

Je vous encourage tous, mais nombreux sont sans doute ceux qui n’en ont pas besoin, à parcourir le chemin qui mène à la liberté, cette liberté qui réside dans les mentalités et qui est capable de soigner les blessures les plus profondes. Je ne sais pas où cela me conduira car je viens juste de prendre le départ, mais ce que je sais c’est que j’y découvre la paix, et la bonté du coeur pour accueillir et aimer tout le monde, et cela en vaut la peine.

Comme je le souhaitais au début de ces lignes, j’espère chers amis, que cet article vous aura plu également, et que vous apprecierez cette alternance de “plume” qui ne peut être que bénéfique.

 

En Christ par l’intercession de Marie.

 

José Ramón Díaz-Torremocha

Conferencias de Guadalajara (España)

Apuntes para la historia, la geografía y el culto a la Virgen del Carmen, patrona de las gentes, de distintos países e instituciones y de numerosos pueblos y ciudades

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

 

 

 

 

 

Ayer, jueves 16 de julio,  ha sido la fiesta de la Virgen del Carmen, una de las más populares y hermosas advocaciones marianas. Los orígenes de esta fiesta, como luego detallaremos, datan del siglo XIII y se sitúan en Haifa (Israel), a las orillas del mar Mediterráneo y en la falda del Monte Carmelo. Allí san Simón Stock (1165-1265), un ermitaño británico, recibió de María Santísima el llamado escapulario del Carmen y la promesa de quienes lo portaran se verían liberados de la condenación eterna y serían bendecidos durante su vida.

La liturgia de la Iglesia, en la oración colecta de la eucaristía de la  Virgen del Carmen y del oficio divino de las Horas, nos invita a encomendarnos a la intercesión de la Virgen María, en su advocación del Monte Carmelo, para que nos ayude y “nos haga llegar hasta Cristo monte de salvación". La Virgen del Carmen es la Estrella de Mares, y en Ella hallamos la compañera fiel de todas nuestras travesías humanas y el puerto seguro de nuestro peregrinar hasta Cristo y el Reino.

 

Orígenes etimológicos, geográficos e históricos

Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es la denominación común que suele recibir Santa María del Monte Carmelo, una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede de su veneración en el Monte Carmelo, en Tierra Santa, cerca de Haifa. Carmelo o Carmen derivan de la palabra hebrea Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como Jardín o Viña de Dios.​

El Monte Carmelo está situado en el actual Estado de Israel. Aparece en libro del profeta Isaías 35,2 como un lugar bello. El profeta Elías vivía en una gruta del Carmelo. En este lugar, el profeta Elías demostró el poder del Señor frente a los sacerdotes del dios pagano Baal.​

La veneración remonta al grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo. Estos devotos, hacia el 1200, formaron la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas).​

Según la tradición carmelita, el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le había aparecido, a san Simón Stock, superior general de la Orden, entregándole el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita, prometiendo librar del castigo eterno a los que lo llevasen.​ El escapulario recibió reconocimiento papal en 1587 y ha sido respaldado por los pontífices posteriores.​

La veneración de esta advocación mariana ha sido difundida en el mundo por la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, llamados carmelitas, tanto los de la Antigua Observancia o Calzados como los de la reforma teresiana o Descalzos y sus correspondientes femeninos.

El Monte Carmelo se encuentra entre el mar Mediterráneo y el valle de Jezreel. En las peregrinaciones a Tierra Santa, suele visitarse el Monte Carmelo.

La Virgen del Carmen también es llamada, como ya se indicó, Estrella del Mar (en latín Stella Maris) y es patrona de los marineros, como ahora veremos.

 

Patrona de mar y de sus gentes y otros patronazgos

En España, Puerto Rico y Costa Rica es patrona del mar, también es patrona de la Armada Española. Es considerada Reina y Patrona de Chile, de sus Fuerzas Armadas y de los Carabineros; es patrona de la Policía Nacional, del Ejército Nacional, de los marineros y de los conductores en Colombia; en Bolivia es la Patrona de la Nación y de sus Fuerzas Armadas; en el Perú es patrona del criollismo y Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Lima y en Venezuela es patrona del Ejército y los conductores. Además, fue patrona del Ejército de los Andes que, liderado por el general José de San Martín, a comienzos del siglo XIX, gestó la independencia de Argentina, Chile y Perú.​

Es la también la patrona de la gentes del mar en la Iglesia católica y en algunas otras Iglesia cristianas. Sin ir más lejos, el pasado domingo, 12 de julio, el Papa Francisco escribía el siguiente mensaje en Twitter al respecto: ”En este #DomingodelMar encomendamos a María, Estrella del Mar, a los marineros, a los pescadores y a sus familias; incluso durante la cuarentena, ellos han seguido trabajando con sacrificio para abastecernos de lo que necesitamos”. Y todos los años, con ocasión de la fiesta de la Virgen del Carmen, la Santa Sede y algunas conferencias episcopales escriben cartas y mensajes a las gentes del mar.

Esta advocación da nombre a todas aquellas personas que se llaman Carmen, Carmela o Carmelo, y que celebran su onomástica en la festividad de Nuestra Señora del Carmen, el 16 de julio.

 

Expansión del culto a la Virgen del Carmen

La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa, entre ellos a España y desde éste a numerosos países de América, destacando entre ellos Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, México, Panamá, Perú, Puerto Rico y Venezuela.

España es uno de los países donde más arraigada se encuentra esta advocación. Y es que en el capítulo general de Londres (1254) de los carmelitas, se dio la orden de fundar en España y como consecuencia, hacia 1270, se llevaron a cabo las primeras fundaciones en algunas de las más importantes ciudades de la Corona de Aragón. Su iniciativa fue impulsada por monarcas como Jaime I (1213-1276) o su nieto Jaime II. En la Corona de Castilla, la primera fundación fue en Valladolid, en el convento de San Pablo de la Moraleja (1315).13 Su propagación fue rápida por toda la península ibérica, llegando a Sevilla en 1358, ciudad desde la que se impulsará la creación de la destacada Provincia Bética Carmelitana, en 1499.

En esta época empezarán a surgir las primeras comunidades femeninas de religiosas carmelitas en todo el territorio. Santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, durante la segunda mitad el siglo XVI, introdujeron profundas reformas en el seno de la Orden dando origen a la Orden del Carmelo Descalzo una nueva congregación más austera que se separa de la orden matriz, la cual pasó a llamarse "Carmelitas Calzados" o de la "Antigua Observancia".

Es patrona de los marineros, lo que incluye a los pescadores. El 19 de abril de 1901 la regente María Cristina de Habsburgo y el ministro de Marina, Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua, refrendaron con sus firmas la Real Orden por la cual se proclamó a la Santísima Virgen del Carmen patrona de la Armada Española.

 

Fiestas de la Virgen del Carmen en la España costera e interior

Prácticamente todos los pueblos y ciudades de la costa española rinden culto religioso a la Virgen del Carmen, organizándose procesiones y vistosas romerías marítimas portando su imagen cada 16 de julio. Destacan las celebraciones de Almería, Roquetas de Mar (Almería), Adra (Almería), Almuñécar (Granada) ,Conil de la Frontera (Cádiz), Garrucha (Almería), Águilas (Murcia), Algeciras (Cádiz), La Alfoquía (Almería), Arminza (Vizcaya), Amorebieta-Echano (Vizcaya), Barbate (Cádiz), (Isla Mayor (Sevilla), Cádiz, Camariñas (La Coruña), Cariño (La Coruña), Cee (La Coruña), Chiclana de la Frontera (Cádiz), Corralejo (Las Palmas de Gran Canaria), Corcubión (La Coruña), El Grove (Pontevedra), El Perelló-Sueca (Valencia), El Puerto de Santa María (Cádiz), Estepona (Málaga), Isla Cristina (Huelva), Rincón de la Victoria (Málaga), La Cala del Moral (Rincón de la Victoria, Málaga), La Isleta -Las Palmas de Gran Canaria, La Línea de la Concepción (Cádiz), La Orotava (Santa Cruz de Tenerife), Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife), Los Urrutias (Murcia), Málaga, Marbella (Málaga), Marín (Pontevedra), Mazagón-Palos de la Frontera (Huelva),  Puente Mayorga-San Roque (Cádiz), Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife), Punta del Hidalgo (Santa Cruz de Tenerife), Puerto del Son (La Coruña), Punta Umbría (Huelva), Revilla de Camargo-Camargo (Cantabria), Rota (Cádiz), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), San Fernando (Cádiz), San Pedro del Pinatar (Murcia), Suances (Cantabria), Santander (Cantabria), Santurce (Vizcaya), Santa Cruz de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), Torrevieja (Alicante), Santa Pola (Alicante), Vigo,​ Zahara de los Atunes (Cádiz).

También es significativo el enraizamiento de esta advocación en determinadas localidades del interior de la península ibérica, y por tanto no vinculadas con el mar, pero consagradas históricamente a la Virgen del Carmen, como es el caso de Almodóvar del Campo (Ciudad Real), Asturianos (Zamora), Fontarón (Lugo), Villarrodrigo de Ordás (León), Baeza (Jaén), Beniaján (Murcia), Cáceres, Ciruelos de Cervera (Burgos), Córdoba, Cox (Alicante), Cuevas de San Marcos (Málaga), Dúrcal (Granada), Guadix (Granada), Hinojosa del Duque (Córdoba), Jerez de la Frontera (Cádiz), La Cistérniga (Valladolid), Las Fraguas (Cantabria), Navianos de Valverde (Zamora), Peleas de Abajo (Zamora), Peñausende (Zamora), Rute (Córdoba), San Fulgencio (Alicante), San Pablo de la Moraleja (Valladolid), Samboal (Segovia) y Setenil de las Bodegas (Cádiz), entre otras.

 

En Sigüenza-Guadalajara

Asimismo, la Virgen del Carmen es muy celebrada en nuestra diócesis. Festejos que este año han de adaptarse a la nueva situación general por la pandemia y a las normativas civiles y eclesiásticas sobre fiestas populares.

Con todo, bueno será recordar que la población diocesana donde la fiesta es quizás mayor es Molina de Aragón con su Salve de la medianoche del 15 al 16 de julio, su misa solemne del día de la fiesta y posterior procesión, este año inviable, por la correspondiente cofradía militar, fundada en 1740 y con ermita previa, desde 1728. 

La Virgen del Carmen concita también el fervor en Guadalajara en su céntrica iglesia, en la concatedral y en el convento de las Carmelitas Descalzas de San José, al igual que en el Carmelo Descalzo de Nuestra Señora de las Vírgenes de Iriépal.

La Virgen del Carmen se celebra también fervor y especiales cultos en Sigüenza (con talla, primero en el antiguo monasterio de San Jerónimo en 1728, y después en la parroquia de San Pedro, desde 1766 y un año después ya con cofradía), Renales (ya en 1604 se formalizó en la parroquia de Renales la primera cofradía, en el territorio del histórico obispado de Sigüenza, en honor de la Virgen del Carmen y con ermita, la antigua parroquia, en un cerro en la entrada del pueblo, por lo que también fue llamada Virgen del Cerrillo),  Pastrana, Algora (con cofradía también muy antigua: 1767 e imagen de un año antes), Tordellego , Bolarque y Pareja (en  estos dos casos, otros años, con procesión por el lago del mismo nombre y en el pantano de Entrepeñas, respectivamente), y en otras localidades de la diócesis, como Alovera, aunque se celebración festiva y popular se hace coincidir con el día 8 de septiembre, festividad de la Natividad de Nuestra Señora.

 

Virgen del Carmen de Algora.

 

Publicado en 'Nueva Alcarria' el 17 de julio de 2020

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