Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Con el lema “Marcados por la Cruz del Señor”, desde el pasado 16 de abril y hasta el próximo 16 de abril, en Santo Toribio de Liébana, nuevo Año Santo Lebaniego

 

 

 

 

El Año Santo Jubilar Lebaniego, en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria, en corazón de los Picos de Europa, comenzó el pasado 16 de abril, fiesta del obispo santo Toribio de Liébana, y se clausurará en la misma fecha de 2024. Es un tiempo particular de gracia para la diócesis de Santander, para toda la Iglesia y para cuantos quieran peregrinar hasta el santuario de Liébana para acoger la indulgencia plenaria, dispuestos a renovar la vida cristiana, y adorar el Lignum Crucis, la Cruz gloriosa de Cristo, signo de amor y fuente de vida.

Precisamente, durante la próxima semana peregrinan hasta este venerable y hermoso lugar cerca de medio centenar de personas de la Asociación de Amigos de la Catedral de Sigüenza.

 

 

Esenciales apuntes históricos

En el monasterio de Santo Toribio de Liébana se conserva desde el siglo viii el Lignum Crucis, insigne reliquia que, según una venerable tradición, trajo desde Jerusalén, en el siglo v, santo Toribio, obispo de Astorga, asegurando que se trataba de un fragmento de la cruz de Cristo, precisamente el mayor trozo del madero sagrado de cuantos se veneran en el mundo.

El Papa Julio II, el 23 de septiembre de 1512, autorizó para que se siguiera celebrando el Jubileo de Santo Toribio, que viene haciéndose “desde tiempo inmemorial”. Se fijó la fecha del 16 de agosto, fiesta del citado santo obispo y que su celebración fuera cada vez que el 16 de abril fuese domingo. El Papa Pío IX, en Breve de 4 de septiembre de 1872, concedió a perpetuidad indulgencia plenaria, el 23 de agosto, aniversario, según tradición, de la erección de la Cofradía. Ambos Papas extendieron la gracia jubilar también a los siete días siguientes a la fiesta. Y fue Pablo VI, en 1967, quien amplió el privilegio de ganar el jubileo a todo el año, siendo extraordinaria la afluencia de peregrinos que acuden al monasterio en los años jubilares. Hasta el presente son 74 los años santos jubilares documentados.

Regido y custodiado por monjes benedictinos desde el siglo VIII, desapareció esta presencia tras la desamortización del ministro liberal Juan Álvarez de Mendizábal (a partir de 1834). Desde 1961, son los Franciscanos los guardianes del monasterio, de factura románica. El elemento artístico y religioso más característico del monasterio es la Puerta del Perdón, que se abre durante el Año Jubilar para acceder al templo. Junto a su belleza, este es un signo catequético que nos recuerda que Jesús es nuestra puerta de acceso al corazón misericordioso del Padre (Juan 10,9). No hay magia en este signo de entrar por la puerta, sino recuerdo de una promesa firmada con la vida entregada en la cruz.

 

El Lignum Crucis

En el baldaquino situado en el centro de la capilla de monasterio, se venera el Lignum Crucis (Leño de la Cruz): Dios hecho hombre fue crucificado dando su vida por cada uno de nosotros.

La reliquia llegó al monasterio al mismo tiempo que los restos de santo Toribio, alrededor del siglo VIII, a fin de protegerla del avance árabe en la península. Fue traída de Astorga a donde llegó a su vez en el siglo VI desde Roma de manos de santo Toribio, primer obispo de Astorga.

Según el padre Sandoval, cronista de la orden benedictina, esta reliquia corresponde al “brazo izquierdo de la Santa Cruz, que la Reyna Elena (madre del emperador Constantino, en el siglo IV) dejó en Jerusalén cuando descubrió las cruces de Cristo y los ladrones. Está aserrado y puesto en modo de Cruz, quedando entero el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo”.

La reliquia del Leño de la Cruz se encuentra incrustada en un relicario en forma de cruz en plata dorada, de estilo gótico, realizado en un taller vallisoletano en 1679.

Las medidas del Leño Santo son de 63 centímetros el palo vertical y 39 centímetros el travesaño, con un grosor de 3’8 centímetros, siendo la reliquia más grande conservada de la Cruz de Cristo.

Pruebas científicas realizadas en 1958 verificaron que la madera del Santo Leño es un Cupressus Sempervirens L, una variedad de ciprés autóctona de Israel y Palestina y con una antigüedad superior a los 2.000 años.

 

El Beato de Liébana

Del desarrollo religioso y cultural de este monasterio da idea la figura de Beato, monje de mediados del siglo VIII, que, en el año 776, escribió el libro titulado “Comentario al Apocalipsis”, para explicar el hermético texto de San Juan. Para su redacción Beato se basó en las obras de los Santos Padres, lo que indica la gran biblioteca que debía poseer este monasterio.

Ha pasado a la Historia del Arte porque en las diferentes copias que se hacen en otros monasterios de este Códice, comenzaron a incluirse miniaturas cuya temática y técnica fueron fundamentales para la evolución de la pintura y la escultura mozárabe y románica.

Con el tiempo los diferentes códices, han tomado el nombre del autor del “Comentario”. Es lo que se conoce como los “Beatos de Liébana”. Han llegado hasta nosotros 24 de estos códices miniaturizados. No se conoce el paradero del Códice que Beato escribió aquí y en este monasterio no se conserva ningún Beato. En el claustro, se encuentra una exposición de láminas ilustradas de los beatos más representativos.

Además, Beato compuso el himno “O Dei Verbum!” para la festividad del apóstol Santiago en la liturgia mozárabe, cuya alabanza del santo apóstol supuso el inicio del culto a Santiago como patrón de España y propiciando el descubrimiento del sepulcro de Santiago.

Beato tuvo protagonismo en las controversias teológicas del siglo VIII, defendiendo la ortodoxia católica frente a la herejía que afirmaba que Cristo era solamente hijo adoptivo de Dios. En el proceso se vio implicado el propio emperador Carlomagno, que convocó un concilio en Ratisbona, en el cual se ratificaron las posturas de Beato frente a la herejía. De igual modo, participó activamente en la vida pública de este momento de la historia en que se configura el reino de los Astures.

 

Camino Lebaniego

A partir del siglo IX cuando ya se encuentra en el monasterio de Santo Toribio de Liébana la reliquia del Lignun Crucis, fueron, son y serán muchos los peregrinos que, en su ruta a Santiago, se desvían para venerar el trozo de la cruz de Cristo, y pedirle buenaventura para el Camino.

Santo Toribio de Liébana es uno de los principales lugares santos de peregrinación perpetua de la Iglesia (junto con Roma, Tierra Santa, Santiago de Compostela y otros lugares como Caravaca de la Cruz y Urda, por citar otros dos en España). Los peregrinos que hacen este Camino, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, se llaman CRUCENOS por ser peregrinos de la Cruz.

La peregrinación se puede hacer desde el Camino de Santiago por el Norte (camino de la Costa), o del Camino Francés (camino de la Meseta), pues la comarca Lebaniega está entre los dos. Si se viene desde San Vicente de la Barquera, aproximadamente en unos 70 kilómetros, se atravesarán pequeños pueblecitos y zonas de montaña de gran belleza. Es duro y conviene ir preparado.

La llegada al monasterio tiene una subida de unos 3 kilómetros desde Potes, hechos los cuales los peregrinos recobran la emoción con la cálida acogida que se dispensa desde el convento, sellando sus credenciales, y entregándoles el diploma del peregrino: LA LEBANIEGA, firmada y sellada por la Fraternidad Franciscana.

Durante el anterior año jubilar 2017-2018, más de medio millón de peregrinos llegaron de todos los rincones del planeta, y entrando por la Puerta del Perdón, obtuvieron la indulgencia plenaria que la Iglesia reserva para esta efeméride. Se espera que este año santo lebaniego supere el medio de millón de peregrinos.

 


 

Informaciones prácticas, requisitos jubilares y cartel

 

Todos los días a las 12 horas se celebra la Misa del Peregrino. Del 1 de julio al 12 de octubre, también hay Misa del Peregrino a las 19 horas de los sábados y vísperas de festivos y los domingos, además de la eucaristía de las 12 horas, hay otra misa jubilar a las 10:30 horas. Durante las celebraciones, antes y después, hay confesores disponibles.

La visita al monasterio y la posibilidad de acceder a su tienda de recuerdos es todos los días 10 a 19 horas. La vista es gratuita y Se visitan la iglesia, la capilla del Lignum Crucis y el claustro.

La información de contacto es Fraternidad Franciscana, Monasterio de Santo. Toribio de Liébana, 39589-Camaleño (Cantabria). El número de teléfono es el 942 730 550; el correo electrónico, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.; y la dirección de internet www.santotoribiodeliebana.es es la de la correspondiente página web.

Las condiciones que se pide a los fieles para participar activamente del jubileo son:

Los requisitos para recibir las gracias jubilar son cuatro. La primera, realizar la peregrinar, con el acceso al monasterio por su Puerta Santo. La segunda es la oración: el Padrenuestro (signo de que volvemos al Padre Dios); el Credo (como renovación de nuestra fe); y una oración por el Papa (expresión de adhesión, comunión y misión eclesiales). Los requisitos tercero y cuarto son celebrar el sacramento de la reconciliación (confesión sacramental) y participar de la misa y recibir la eucarística, bien en la visita al monasterio o en torno a las fechas de la peregrinación.

 

 

El cartel oficial del presente año lebaniego es obra realizada partir del original del pintor lebaniego Joaquín Besoy (Quino). Se trata de una hermosa composición pictórica con tres puntos de referencia: a la derecha según lo miramos, peregrinos y un camino; en el centro, aparecen los Picos de Europa; y a la izquierda, el Lignum Crucis y la Puerta Santa del monasterio. El lema del año jubilar, “Marcados por la Cruz del Señor” aparece abajo del dibujo y la composición del cartel, también en su franja inferior, ofrece las fechas jubilares y un código barras con aplicación QR, así como el logo del Obispado de Santander, en donde está enclavado Santo Toribio de Liébana.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 25 de agosto de 2023

Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

 

 

 

Hontanar de verdor que entre ramas densas subes

y tus hojas perennes hacia lo arriba extiendes,

raíces verticales socavas e igual tiendes

del centro de la tierra hasta el alcor de las nubes.

 

Manantial de altitud que en arista lo pretendes:

salir por pies, por  alas, del claustro en que te incubes

y visitar en cielo, cima y cumbre a querubes

que ofician encender las llamas a estrellas duendes.

 

Pirámide delgada de glauco ángulo y porte

que por el día atraes lumbre en ojos por verte

y a la noche te elevas, picacho, al cielo norte…

 

La lanza de tu punta, arpón es que, en sí, ya acierte

a prender los luceros de lo oscuro: resorte

vegetal que ama Silos y de este modo le alerte 

 

que al llegar de la noche luz hay. No es total muerte

la de quien en la fe sabe buscarse mechas y pabilos.

 

Mientras, los monjes siguen guardando el grano en Silos

de códices y cánticos como escalinata y lámpara más fuerte.

 

Prodigio del fervor y la esperanza,

erguido en las riberas del Arlanza.

 

 

 

Vídeo autor:

https://www.youtube.com/watch?v=HdKSZzegNN0

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

La misa principal, con el obispo diocesano y el arzobispo emérito de Sevilla, será a las 11:30 horas, y la procesión de los faroles a partir de las 21 horas

 

 

 

 

Sigüenza celebra al domingo siguiente a la Asunción y a la fiesta de San Roque, este año, pasado mañana, domingo día 20 de agosto, la festividad de su patrona, la Virgen de la Mayor. Esta fiesta llega tras un solemne novenario -que ha incluido el rezo del Rosario y de la Novena y la celebración de la Eucaristía-, comenzado el viernes día 11 y celebrado con convocatorias, a las ocho de la mañana y a las siete y media de la tarde. «María se levantó y se puso en camino» es el lema de la novena y fiesta. Es el mismo de la reciente JMJ Lisboa 2023 y la intención orante es por los jóvenes y por el sínodo universal y el sínodo diocesano.

 En el día de la festividad de la Virgen de la Mayor, fiesta que se celebra desde finales del siglo XV, los actos conmemorativos tienen tres grandes momentos. El primero de ellos comienza a las ocho de la mañana. Numerosos fieles participan en el tradicional Rosario de la Aurora, que recorre las travesañas y las murallas de la ciudad. A continuación, se oficia una eucaristía.

A las 11:30 horas, nuestro obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez, y el arzobispo emérito de Sevilla, el seguntino monseñor Juan José Asenjo, presiden la misa central y principal de la jornada. Medio millar de fieles acuden a la Misa.

El momento más esperado del día llegará a partir de las nueve de la tarde. Comienza con el rezo del rosario ante el altar de la Virgen de la Mayor, mientras va saliendo la procesión en su honor, que media hora más tarde está ya en las calles de la ciudad. Es la procesión de los faroles en honor de la Virgen de la Mayor, que recorrerá las principales calles de la ciudad, acompañada de varios miles de fieles. La procesión de los faroles de la Virgen de la Mayor es fiesta de interés turístico regional. El tañido de las campanas catedralicias, el desgranar del Santo Rosario y los sones de la banda de música aportarán el sonido inconfundible de la más bella noche seguntina, iluminada por los cirios de los faroles procesionales y las luces artísticas y monumentales de la ciudad, mientras que los nardos, los gladiolos y las rosas en honor de María Santísima de la Mayor esparcirán sus mejores olores y fragancias al igual que del corazón y los labios de los seguntinos saldrán las más hermosas plegarias y oraciones en la fiesta anual de su Madre y Señora.

 

 

La Virgen de la catedral seguntina

Los cánones del arte medieval cristiano establecían que toda la catedral (la iglesia propia del obispo, la iglesia cabeza y madre de todo el territorio o diócesis al obispo confiado) debía construirse integrando tres claves fundamentalmente: la presencia de una imagen mariana, la custodia del templo confiada a monjes y las reliquias de un mártir.

Cuando el obispo Bernardo de Agén, a partir de que el 22 de enero de 1124 reconquistó del poder musulmán la ciudad de Sigüenza y continuó con la recuperación del antiguo territorio del Obispado de Sigüenza, situado entre el alto Duero y el alto Tajo, dio los primeros pasos para levantar su catedral estos tres elementos, estas tres claves, se observaron escrupulosamente. Y así lo mantuvieron sus inmediatos sucesores: don Pedro de Leucata (1152-1156) y don Cerebruno de Poitiers (1156-1166), quienes son también de capital importancia para los albores de la historia de la construcción de la catedral seguntina. Estos tres obispos procedían de la región hoy francesa, entonces de la Corona de Aragón, de Aquitania, de donde vinieron numerosos clérigos para la fortalecer la evangelización e impulsar la romanización (esto es, la universalidad, la condición romana de la Iglesia) en los distintos territorios de España que eran reconquistados

Nuestra catedral que fue consagrada al culto por el cuarto obispo de Sigüenza tras la reconquista de 1124, el inglés Joscelmo Adelida (1168-1178), el 19 de junio de 1169, hace, pues, 854 años.

 

Catedral monacal, martirial y mariana

Aunque inicialmente el cuidado pastoral de la catedral seguntina fue confiado a sacerdotes diocesanos, pronto la presencia monástica se hizo presente en él. Además, la impronta monacal ya la imprimía el obispo Bernardo de Agén en su condición de monje cluniacense o benedictino.

Con todo, el cabildo de la catedral de Sigüenza pasó al servicio de monjes canónigos regulares de San Agustín muy pronto, en la misma mitad primera del siglo XII y hasta en el primer cuarto del siglo XIV, en que el obispo Simón Girón de Cisneros (1301-1326) lo confío al clero secular y desde entonces así sigue.

La característica de catedral martirial, ya desde su consagración, se cumple en la seo seguntina con la presencia de las reliquias de la joven virgen y mártir santa Librada (martirizada a comienzos del siglo IV, en Aquitania, paisana, pues, del obispo don Bernardo).

La catedral de Sigüenza cumple asimismo el requisito de ser catedral mariana desde sus mismos albores. Y la talla de la Virgen que durante los más de ocho siglos y medio de historia catedralicia que es objeto principal de devoción es una imagen traída por el obispo Bernardo: la Virgen de la Mayor.

 

Catedral mariana

La catedral de Sigüenza cumple asimismo el requisito de ser catedral mariana desde sus mismos albores. Se trata de una talla inicialmente románica del siglo XII, esculpida en madera de ciprés, que fue modificada en varias ocasiones, adquiriendo, a partir del siglo XIV, también por a instancias del obispo ya citado Simón Girón de Cisneros, una configuración más gótica, esbelta, elegante y risueña. Incluso este obispo recubrió de plata la imagen mariana, que en los libros de actas capitulares a veces es llamada, por ello, Virgen Blanca.

La imagen es de las llamadas «vírgenes sagrario», pues tiene una portezuela en la espalda donde se reservaba el Santísimo y se portaba los santos óleos. Es, por ello, imagen también llamada «socia belli» (compañera de batalla), ya que consta que acompañó a don Bernardo en sus incursiones castrenses para recuperar el territorio diocesano

Según el historiador por excelencia de los obispos y de la diócesis de Sigüenza, fray Toribio de Minguella y Arnedo, el obispo Bernardo trajo a Sigüenza las reliquias de su paisana santa Librada, aprovechando un viaje que hubo de realizar a Francia, concretamente a noroeste del país, para asistir al Concilio provincial, no ecuménico o universal, de Reims, del año 1131, convocado para deponer al antipapa Anacleto II y confirmar al papa legítimo Inocencio II.

Y otra muestra de la condición mariana de la catedral seguntina es su advocación en honor de la Asunción de Nuestra Señora, y precisamente en los días de la octava de esta fiesta (el 15) se celebra a la Virgen de la Mayor.

El nombre o título mariano de la Mayor se debe, sin duda, a que esta imagen de María (otras veces citando únicamente como Nuestra Señora) estuvo durante cinco siglos y medio en la capilla mayor de la catedral, hasta su traslado a su actual emplazamiento, del que ahora escribimos.

 


 

El retablo de la Virgen de la Mayor

 

Desde hace más de 350 años, la principal patrona seguntina, Nuestra Señora de la Mayor, se halla en un retablo barroco en el trascoro de la catedral seguntina. Este retablo y sus protagonistas fueron así reflejados por el músico e investigador Juan Antonio Marco Martínez, canónigo de la catedral, en un artículo para el libro-catálogo de ATEMPORA 2022.

“Contrariamente a lo que ocurría en Europa, las catedrales hispanas optaron por instalar el coro en medio del templo. Este hecho dio lugar a un nuevo elemento en nuestras catedrales: el trascoro. Pues bien, éste de Sigüenza es, sin duda, el más atrevido y hermoso de los trascoros catedralicios peninsulares.

Tres protagonistas dieron forma a esta colosal pieza barroca de mármoles y jaspes. Ante todo, Nuestra Señora; la titular de la catedral. La tradición asocia esta imagen, de inicial y correcto formato románico, a la conquista de Sigüenza por el obispo don Bernardo de Agén. Tuvo su trono en el cabecero de la catedral hasta la instalación, en 1613, del actual retablo mayor, obra del escultor Giraldo de Merlo. El título La Mayor aparece esbozado en algunas mandas de finales del XVI para distinguirla de otras imágenes de María; así en 1593 donan un Agnus (cordero) de oro «para la imagen de Nuestra Señora la del altar mayor». En 1618, retirada ya la venerada imagen a una capilla lateral, los labradores ofrecen una lámpara de plata «a Nuestra Señora la Blanca que es la imagen que antes estaba en el retablo del altar mayor de esta santa iglesia».

 

 

El segundo protagonista es el obispo don Andrés Bravo de Salamanca Llegó a Sigüenza en 1606 con 22 años; su tío, el obispo fray Mateo de Burgos –el que retiró del altar mayor la imagen de Nuestra Señora– le asignó una canonjía. Tras desempeñar diversos cargos en distintas ciudades, volvió a Sigüenza en 1661, pero esta vez como obispo, procedente de Murcia, de donde era ya obispo.

Don Andrés –testigo presencial de la desazón que causó en Sigüenza el traslado de la Patrona a un lateral– venía de Murcia, como queda dicho, donde uno de sus predecesores había levantado un trascoro de mármoles para la Inmaculada. Y decidió hacer aquí lo mismo: «Siempre ha sido mi deseo que en el altar de San Martín se haga un trascoro lucido de todo primor y arte, y de piedra de jaspe y de otras vistosas con toda escultura, labor y moldura para que en él se coloque y esté con toda veneración Nuestra Señora de la Mayor».

Nos queda un tercer personaje, Juan de Lobera, el artífice madrileño con el que, en junio de 1666, contrató el obispo «la obra de jaspe para la catedral de esta ciudad». Sus trabajos en la capilla de San Isidro de Madrid (parroquia de San Andrés) hacían de él el maestro más indicado. Solucionó el problema de llenar un espacio tan grande para una imagen tan pequeña jugando con las diagonales, que cruzan en la hornacina de la titular, y con el espacio, creando una especie de efecto-cueva que lleva al centro la mirada del espectador. El obispo don Andrés falleció en 1668 sin ver terminada esta enorme estructura de salomónicas, pero ciertamente dejó para Nuestra Señora un altar «lucido de todo primor y arte»”.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 18 de agosto de 2023

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

«María se levantó y se puso en camino», lema de la Novena, con citas a las 8 y a las 19:30 horas, patrona de Sigüenza, del 11 al 19 de agosto, fiesta el domingo 20 de agosto

 

 

 

 

Este viernes 11 de agosto comienza la Novena en honor de la Virgen de la Mayor, patrona de la ciudad de Sigüenza. Los cultos concluirán el lunes día 21, con la misa de difuntos y el relevo anual de hermano mayor de la Cofradía (dejará el cargo Ignacio Garcés Menéndez y tomará el relevo Antonio Canfrán Muela).

El día la fiesta será el domingo 20 de agosto, con misa solemne a las 11:30 horas y la procesión de los faroles a partir de las 21 horas. La procesión de los faroles no pudo realizar en 2020 y en 2021, debido a la pandemia y se recuperó, con gran éxito, en 2022.

Todos los cultos a la patrona seguntina serán en su altar de la catedral. El novenario a la Virgen de la Mayor de Sigüenza, este año del viernes 11 al sábado 19 de agosto, tiene dos convocatorias: las 8 de la mañana, con rosario de la aurora por las calles de la ciudad, misa y ejercicio de la novena; y a las siete y media de la tarde, con rosario, novena, misa y salve cantada. No habrá predicación ni en la convocatoria matinal ni en la vespertina, salvo festivos y sus vísperas.

 

En torno a la Asunción de María

El culto a la Virgen de la Mayor ha sido siempre y sigue siendo en torno a la fiesta de la Asunción de María. Esta fecha, 15 de agosto, marca su fiesta, que es siempre el domingo siguiente a dicho día, excepto cuando el 16 de agosto, san Roque, también patrono de Sigüenza es domingo, que entonces pasa a ser el domingo siguiente a la Asunción y a San Roque. Esto significa que la fiesta de la Virgen de la Mayor de Sigüenza es un domingo entre el 17 y el 23 de agosto. Este año, es el domingo día 20. El Novenario es previo, esto es, comienza nueve días antes de la fiesta y concluye al día siguiente de la fiesta, con la misa de difuntos por los hermanos fallecidos de la cofradía.

La fiesta, este año el domingo 20 de agosto, cuenta con tres eucaristías: a las 8:45 horas, tras un rosario procesional por las calles de la ciudad, y a las 11:30 horas, presidida por el obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez, a quien acompañará un año más el arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, natural de Sigüenza y miembro de la cofradía de la Virgen de la Mayor. La tercera misa será a las 20 horas en la parroquia catedralicia de San Pedro.

Al comienzo de la noche, a partir 21 horas del domingo 20 de agosto, es la procesión solemne de la Virgen de la Mayor por las calles de Sigüenza. Desde el primer tercio del siglo XX (concretamente desde 1928), un rosario de faroles acompaña la procesión y el trono-carroza de la imagen mariana. Popularmente es llamada la procesión de los faroles, fiesta declarada de interés turístico regional en 2006. Varios miles de fieles asisten a la procesión.

 

 

 

Destinos del Rosario de la Aurora

El novenario en su edición matinal, a las 8 horas con el rosario de la aurora por las calles de Sigüenza y misa posterior en el altar de la Virgen de la Mayor, realiza, este viernes 11 de agosto, su primera salida a la iglesia de las Clarisas, la histórica iglesia de Santa María de la Antiquísima, de Medina y los Huertos, donde pudo estar la primera catedral seguntina, de época visigótica. La razón de la elección del día y lugar es porque precisamente el 11 de agosto es santa Clara de Asís. La intención orante es pedir por los sacerdotes, consagrados y vocaciones.

El sábado 12 de agosto la procesión matinal es el interior de la catedral, incluido el claustro.  La intención orante será por los laicos y las familias. El domingo 13 el Rosario de la Aurora irá a la parroquia de Santa María, Se rezará por los pobres y por los necesitados.  Se da la circunstancia de que en el patio de esta iglesia parroquial se hallan los contenedores de ropa de Cáritas en favor de los más necesitados.

Por los jóvenes y por los niños será la intención del lunes 14 de agosto. Por ello, se ha elegido la capilla del Colegio Episcopal Sagrada Familia, donde, desde hace más de 70 décadas, se educan a niños, adolescentes y jóvenes.

El martes 15 es la solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos. Es la fiesta patronal de la diócesis y de la catedral. El Rosario de la Aurora irá al Museo Diocesano y a la parroquia de San Pedro. Y se rezará por nuestra diócesis y por su Sínodo diocesano y por el Sínodo universal, ambos en curso.

El miércoles 16, fiesta de san Roque, se irá a la iglesia de las Ursulinas, donde está la imagen patronal de este santo y donde se celebra su fiesta anual (la misa en honor de San Roque, patrono municipal, será a las 11:30 horas en esta iglesia, seguida de la tradicional procesión).  Habida cuenta que desde hace 205 años las Ursulinas de Sigüenza se dedican a la enseñanza y la oración, se rezará por la educación en la fe y por los educadores cristianos.

 

Beato Ruiz Cano, Ancianos, Cementerio, Travesañas

Desde 2013 (en las vísperas de su beatificación), el rosario de la aurora del novenario de la Virgen de la Mayor peregrina, excepción debida a la pandemia de los años 2020 y 2021, hasta la falda del cerro Otero, donde fue martirizado, el 27 de julio de 1936, el joven misionero claretiano José María Cano, beato desde el 13 de octubre de 2013.  Este año será a las 8 horas del jueves 17 de agosto. Habrá servicios de autobús de ida y de vuelta. Se rezará especialmente por los cristianos perseguidos y por los gobernantes.

Los enfermos y los ancianos será el objeto principal de la plegaria del viernes 18, con peregrinación matinal a la residencia de ancianos de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Se han cumplido 150 años de la fundación de esta congregación religiosa, cuyo fundador fue el sacerdote seguntino venerable siervo de Dios Saturnino López Novoa. Las Hermanitas tienen residencia de ancianos en Sigüenza desde 1890.

También habrá servicio de autobús el sábado 19 de agosto, a las 8 horas, para peregrinar hasta el cementerio interparroqual, rezar allí el rosario y celebrar la eucaristía. Esta peregrinación se realiza desde 2015, aunque la pandemia obligó a su interrupción en los años 2020 y 2021.

Y ya el domingo 20 de agosto, día este año de la fiesta de la Virgen de la Virgen de la Mayor, el recorrido del rosario de la aurora será, como es tradición, calle Mayor, iglesia de Santiago, iglesia parroquial de San Vicente, travesañas altas, puertas y murallas medievales de la ciudad y retorno a la catedral. Se rezará por Sigüenza y por España.

 

Ofrenda floral del 15 de agosto, y la gran fiesta del domingo 20

Por otro lado, y desde hace más de tres décadas, el día de la Asunción tiene lugar ante el altar de la Virgen de la Mayor la ofrenda floral de la ciudad de Sigüenza a su patrona. Será a las 10:45 horas del martes 15 de agosto, partiendo de la Plaza Mayor, con la asistencia de la corporación municipal y de la rondalla seguntina.

Después, a las 11:30 horas, el obispo diocesano y el arzobispo emérito de Sevilla ofician la eucaristía, en el altar mayor de la catedral, sino en San Pedro.

El domingo 20 de agosto será la fiesta de la patrona principal de Sigüenza. La misa central será a las 11:30 horas. Habrá también misas a las 9 y a las 20 horas. La procesión de los faroles será a partir de las 21 horas desde la catedral. Ya informemos más detenidamente al respecto la próxima semana.

«María se levantó y se puso en camino» es el lema de la novena y de la fiesta de la Virgen de la Mayor de este año. Es el mismo de la reciente JMJ Lisboa 2023 y la intención orante es por los jóvenes y por el sínodo universal y el sínodo diocesano.

 

Apuntes históricos del culto a la Virgen de la Mayor

Tras la reconquista de Sigüenza, en 1124, y la restauración de la diócesis, el obispo artífice de ambos hechos, Bernardo de Agén, viajó en 1131 a Reims, en norte de Francia, para asistir a un concilio provincial de obispos.  A su regreso a Sigüenza, paró en su ciudad natal, Agén, centro-sur-oeste, en la región de la Aquitania, en la actual Francia, entre Tolosa y Burdeos. Y de ahí se trajo para consagrar su catedral seguntina una imagen mariana, a quien después se lo conoció y conoce como la Virgen de la Mayor, patrona principal de Sigüenza. Este es también el origen de las reliquias de santa Librada.

De este modo, la catedral de Sigüenza cumple los requisitos de ser catedral mariana y martirial desde sus mismos albores. Y la talla de la Virgen, que durante los más de ocho siglos y medio de historia catedralicia y que es objeto principal de devoción, es una imagen traída por el obispo Bernardo, como los son las reliquias de santa Librada.

Se trata de una talla inicialmente románica del siglo XII, esculpida en madera de ciprés, que fue modificada en varias ocasiones, adquiriendo, a partir del siglo XIV, también por a instancias del obispo Simón Girón de Cisneros, una configuración más gótica, esbelta, elegante y risueña.

La imagen es de las llamadas «vírgenes sagrario», pues tiene una portezuela en la espalda donde se reservaba el Santísimo y se portaba los santos óleos. Es, por ello, imagen también llamada «socia belli» (compañera de batalla), ya que consta que acompañó a don Bernardo en sus incursiones castrenses para recuperar el territorio diocesano

Desde la segunda mitad del siglo XVII, un espléndido retablo barroco, mandado hacer por el obispo Andrés Bravo de Salamanca (1662-1668) y ejecutada por Juan de Lobera, alberga la venerada imagen de la Virgen de la Mayor, cuya advocación responde, con toda seguridad, y como ya se dijo, al hecho de que desde el siglo XII al siglo XVII, (quinientos años) estuvo en la capilla mayor del templo, de donde hubo de desplazarse hacia 1610, al erigirse allí el retablo mayor, obra de Giraldo de Merlo.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 11 de agosto de 2023

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