Por Raúl Pérez Sanz

(Delegación de Liturgia)

 

 

Como ya apuntábamos en el anterior artículo de opinión, centramos nuestra mirada en intentar acercarnos a lo que se celebra en la Eucaristía: el Misterio Pascual.

El Misterio Pascual es el gran anuncio que la Iglesia ha de hacer al mundo y ha de hacerse a sí misma. Cristo, en la Liturgia de la Iglesia, significa y realiza principalmente su Misterio Pascual. Por este Misterio la vida ya no tiene fin, es vida prolongada y enaltecida. Cristo celebra su Victoria. Por ello en la Misa, ni somos nosotros los celebrantes principales ni nos celebramos a nosotros mismos.

El Misterio Pascual se actualiza en la celebración eucarística, en él se llega a la cima del amor. Cristo sufrió mucho, pero amó aún más que sufrió. El Misterio Pascual es la cima del amor; porque en la Cruz se recupera y mejora la obediencia original. Obedecer es amar. Porque en la Cruz se recupera y mejora la pureza original Pureza es amor. Porque en la Cruz se recupera y mejora la donación original. Donación es amor.

El Misterio Pascual fue un misterio largamente preparado desde el principio, todo nos lleva hacia la cruz y la resurrección, y de alguna manera anticipa en la celebración la eternidad.

Por ello en la liturgia de la celebración eucarística no hay ninguna sorpresa. Ya sabemos a lo que vamos y con qué nos vamos a encontrar. Dijo el Cardenal Ratzinger “La liturgia no es un “show”, un espectáculo… no vive de sorpresas “simpáticas” ni de ocurrencias… No debe expresar actualidad, el momento efímero, sino el misterio de lo Sagrado”. Informe sobre la fe 139.

En el próximo artículo estudiaremos ¿quién celebra?

Feliz Tiempo Ordinario, tiempo de educación pausada.

Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

  

 

Contenido de tanto valor  trazas y truecas como tanto valor tu continente

Alza al cielo gótico burgalés; por tu  belleza, trenzado a más fecundo.

Tanto lujo de piedra añade a tus dos torres el afilado y rotundo 

Espolón agudo de tus agujas pétreas, como un sueño completo, finalmente.

 

Duerme el sueño de la fe cada arco apuntado hacia el profundo

Raudal de piedra que se iza arriba de la fachada blanca, de repente,

A que el gentío asombrado admire el vértigo albar e incluso intente

Llegar más allá de donde acaba el punto final del arte, ya moribundo.   

 

Dentro, la turbación es igual o mayor  la que se siente

Entrando por capillas, retablos, sillerías a un rotundo

Bajel de maravillas en relieve y en sepulcros al que inundo,

URgidamente, con oleadas de pasmo en que el estupor aumente.

 

Gozad, seres humanos, de este navío en piedra que circundo,

Obrando en estos versos el leve remedo en que asiente,

Sobre las torpes sílabas, un templo que reina ya eterno en la mente.        

GOTICO EJEMPLO BURGALÉS Y UNIVERSAL DEL MUNDO

 

QUE INDICA EL CIELO A UN PLANETA VAGABUNDO

EL CUAL, HACIA LO ALTO, SE ELEVA AQUÍ YA, INMEDIATAMENTE.

 

 

 

Juan Pablo Mañueco

Del libro "Cantil de Cantos VIII. Poemas místicos" (2017)

 

Vídeo sobre autor: 

https://www.youtube.com/watch?v=HdKSZzegNN0&feature=youtu.be

 

Información sobre el libro "Cantil de Cantos VIII. Poemas místicos":  

http://aache.com/tienda/654-cantil-de-cantos-viii.html

Por Jesús de las Heras Muela

(Sacerdote y periodista. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

» ¿Qué es un Año Jubilar o Año Santo? Un Año Santo o Año Jubilar es un momento de gracia, un tiempo en el que la Iglesia concede especiales gracias espirituales (indulgencias) con motivo de un acontecimiento eclesial de gran relevancia.

         Los años santos o jubilares ordinarios y universales (para toda la Iglesia) tienen lugar cada 25 años, en los que se celebra el aniversario del nacimiento de Jesucristo. La Iglesia también pueda declarar otros años jubilares o santos con carácter extraordinario, tanto de carácter universal (por ejemplo, el Año de la Misericordia 2015-2016) y de carácter particular (local y/o diocesano),  como es el caso del Año Jubilar de la Catedral de Sigüenza.

» ¿Por qué un Año Jubilar de la Catedral de Sigüenza? El 19 de junio de 1169, tal y como consta en documentación escrita y en documentación epigráfica, el obispo Joscelmo consagra  o dedica litúrgicamente para el culto divino la catedral de Sigüenza, cuya construcción comenzó tras la reconquista de Sigüenza y de la restauración de la diócesis, en 1124, obra del obispo Bernardo de Agén.

         Desde entonces y tal y como recoge el actual y renovado «Libro propio de la Misa de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara» (página 18), se celebra esta efeméride, con rango de solemnidad en la catedral y de fiesta en el resto de la diócesis.     Con motivo de estos 850 años, la catedral de Sigüenza acoge y celebra año jubilar desde el 19 de junio de 2018 al 19 de junio de 2019.

» ¿Quién otorga y declara un Año Jubilar?  El Papa, a través de la Penitenciaría Apostólica, y tras la petición formal del obispo diocesano y el aval del nuncio. 

» ¿Cuánto dura un Año Jubilar y en concreto este? Dura el tiempo que estipula el Papa a través de la Penitenciaría Apostólica. En el caso del Año Jubilar de la Catedral de  Sigüenza es del 19 de junio de 2018 al 19 de junio de 2019. Esto significa que los 366 días que incluyen ambas fechas son días, cada una de ellas, con posibilidad  de recibir las gracias jubilares otorgadas por el Vaticano: la indulgencia plenaria.           

» ¿Qué es y cómo alcanzar la indulgencia plenaria? El beneficio espiritual del Año Santo o Jubilar es el perdón de los pecados. Para lograrlo, el cristiano debe alcanzar la indulgencia plenaria, viviendo activamente el Jubileo y cumpliendo las disposiciones establecidas por la Santa Sede.

» ¿Cuáles son las condiciones para recibir la indulgencia jubilar?

            (1) Arrepentimiento por los pecados y deseo de conversión. (2) Peregrinación al templo jubilar: la catedral seguntina. (3) Orar por las intenciones del Papa y por el Año Jubilar (Padre Nuestro, Credo y Salve). (4) Recepción del sacramento de la confesión. (5) Recepción de la comunión sacramental. (6) Es también recomendable una obra de caridad o de misericordia. 

» ¿Pueden obtener el Jubileo los enfermos o personas impedidas? Sí, aquellas personas que no puedan desplazarse al templo jubilar, en este caso la catedral de Sigüenza, a causa de su enfermedad o edad avanzada, pueden obtener la indulgencia desde donde residan cumpliendo las condiciones prescritas. 

» ¿Debo confesar y comulgar en el mismo templo jubilar al que he peregrinado, en este caso la catedral de Sigüenza, para obtener la indulgencia? La confesión y la comunión pueden realizarse unos días antes o unos días después de la peregrinación al templo jubilar. Pero la oración sí debe hacerse en el templo jubilar el mismo día de la visita. Esto es, no se puede recibir la gracia jubilar sin la peregrinación en este caso a la catedral y la oración en ella, salvo enfermos e impedidos.

» ¿Cuántas veces puede ganarse la indulgencia jubilar? Una vez por día y en cada uno de los días del tiempo jubilar, cumpliendo los requisitos citados.

» ¿Cuál es el lema del Año Jubilar de la Catedral de Sigüenza? La frase bíblica «Domus Dei, porta coeli» (Génesis, 28, 17), frase que significa «La Casa de Dios es la puerta del cielo», y frase que tiene mucha resonancia en la historia de Sigüenza ya que su universidad (siglos XV a XIX) estuvo dedicada a san Antonio de Porta Coeli y este nombre es del actual colegio público de la ciudad y de una calle.

» ¿Y con qué acciones y actividades se va a dinamizar este Año Jubilar? Se engloban en tres ejes generales:

          (1) Pastoral-catequético: peregrinaciones individuales, parroquiales, arciprestales, de movimientos apostólicos, de consagrados, etc.; sede de encuentros de ámbitos diocesanos; celebraciones litúrgicas, entre ellas una misa de rito hispano-mozárabe; potenciación de la eucaristía, de la confesión y de la devoción  a la Virgen María y a los mártires; «Iter Iubilaris»: un recorrido  por la catedral con cinco estaciones en los cinco lugares más relacionados con los orígenes de la catedral.

          (2) Caridad: la dimensión caritativa estará presente desde el comienzo del Año Jubilar con el hito sociocaritativo del Pósito de la Misericordia-Casa de Cáritas y se mantendrá durante el año con otros gestos y acciones.

            (3) Arte y Cultura: Conferencias, conciertos musicales, foros de diálogo, visitas guiadas especiales; exposición progresiva, titulada «Fortis seguntina»,  en el Museo Diocesano sobre las distintas fases constructivas de la catedral, ilustrándola, a su vez, con  maquetas y reproducciones y con piezas que a lo largo de estos últimos 50 años se han ido recuperando para el patrimonio diocesano; posible inserción gráfica de un motivo de la catedral en los cupones de la ONCE; eventuales exposiciones temáticas; cuatro grandes inauguraciones de actuaciones de rehabilitación en la catedral: nueva sala de tapices (colección de Rómulo y Remo, restaurada) en la rehabilitada fragua del claustro; restauración integral del conjunto de Santa Librada (transepto norte); y nueva sala de banderas históricas; avance conjunto con las Administraciones públicas e instituciones privadas en el estudio y posterior rehabilitación de distintos espacios catedralicios (capilla de las Reliquias, cubiertas de la panda este del claustro, bóvedas de la catedral, nueva iluminación interior,...); etc. 

Por José Ramón Díaz-Torremocha

(Conferencias de San Vicente de Paúl en Guadalajara)

 

A veces, cuanto un buen libro cae en nuestra manos (en este caso un libro de consejos sobre cómo deben ser las Conferencias y los consocios) y estimas que puede ayudar a otros, tienes que callar tus propias opiniones, para reseñar las de aquel que por ocupar un alto servicio en las Conferencias, debemos escucharle o leerle con verdadero interés. Eso me ha pasado a mí en este mes y en lugar de “soltar” a mis sufridos lectores, otro artículo mío, he preferido utilizar esta tribuna cediéndosela al XVI Presidente General de las Conferencias de San Vicente de Paúl[1] Renato Lima de Oliveira, para que nos ayude a través de frases seleccionadas de su libro “Apasionados por la Caridad y la Justicia”. 

Leámosle 

“No podemos negarlo somos hijos de aquellos visionarios que querían construir, con sencillez y amor, un mundo mejor y menos desigual”  (pag. 8)  (se refiere a seguir fielmente a los fundadores de las Conferencias) 

“Para que nuestra acción no se confunda con mera filantropía o asistencialismo es necesario que los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl, estén conectados con Dios a través de una vida intensamente espiritual” (pag, 12)       

“Sin embargo, ser humilde y despegado de nuestra propia opinión no significa que tengamos que dejar pasar cuestiones que requieran una reflexión y análisis profundo en el seno vicentino………..En definitiva, apunta los fallos y no tengas vergüenza en pedir perdón si la discusión se eleva y produce efectos no deseados” (pag 20-21) 

“Un buen Presidente vicentino es el que da ejemplo, cumpliendo fielmente la Regla.  El líder debe ser transparente, no sólo con los asuntos financieros y patrimoniales, sino también en sus acciones y palabras. Debe ser franco, amable, conciliador…….  El líder vicentino, es aquel cuyos documentos están abiertos, son públicos. No hay documentos confidenciales o reservados en nuestra querida Sociedad de San Vicente de Paúl. Me extraña escuchar este tipo de justificaciones en boca de algunos presidentes de Consejo” (pag 31) 

“La Sociedad de San Vicente de Paúl sufre problemas semejantes a los de cualquier otra organización benéfica. No siempre nuestros consocios tienen disponibilidad de tiempo, compromiso con la causa de San Vicente o visión de conjunto. No siempre tenemos, en nuestras Conferencias y Consejos, voluntarios maduros, conscientes de su papel en la comunidad y conscientes de nuestros objetivos: la santificación personal y la promoción de los necesitados. Tenemos que orar”. (pag.35) 

Algunos pequeños consejos que pueden dar un nuevo “sabor” a nuestras reuniones:

 

  1. Al principio o al final, cantar himno vicentinos;
  2. Invitar a los presentes a saludarse con la “Paz de Cristo” (la misma que en Misa);
  3. Invitar al visitante a que dirija la lectura espiritual, o que haga un comentario sobre ella;
  4. Entregar a los nuevos una copia de la Regla, estimular y, después de leída, promover un diálogo sobres sus principio;
  5. Delegar tareas, especialmente las relacionadas con la vida de las personas asistidas;
  6. Mensualmente, preparar un evento especial de confraternización con aquellos consocios que cumplieron años durante el mes, rezando juntos el Rosario (pag.41) 

“El vicentino ha de ser un católico convencido y activo. Sólo los que profesan la fe católica y que intentan dar testimonio del Amor de Cristo a través del ejercicio de la caridad, pueden ser proclamados vicentinos” (pag. 42)     

Son, como he indicado al principio, algunos párrafos que he entresacado por su interés del libro indicado de nuestro Presidente General. Pero hay otros muchos que publicaré dentro de algunos meses.   

Me propongo además y si contara con su permiso, publicar en Facebook, algún capítulo del libro que me ha resultado especialmente interesante. Además de una buena lectura de estos sugerentes párrafos que anteceden, mis buenos lectores, habrán descansado este mes de mis pobres escritos. Eso se llama en esta tierra: “matar dos pájaros de un tiro”. 

¡Que María, en su advocación de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida,  nos acompañe y cuide de las Conferencias de San Vicente de Paúl¡

 

[1] Como se indica en el propio texto, todas las frases, están entresacadas del libro del Profesor Lima de Oliveira “Apasionados por la Caridad y la Justicia”  Si a alguno de los queridos lectores, desea obtenerlo, no tiene más que solicitarlo gratuitamente y así le será remitido, a la Sociedad de San Vicente de Paúl, calle San Pedro nº 3 Madrid España o a la dirección  www.ssvp.es

Por la Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenfuente)

 

 

Muy queridos en el Señor: ¡Cristo ha Resucitado! ¡Aleluya, Aleluya! ¡Verdaderamente ha Resucitado! ¡Aleluya, Aleluya! Aunque ya estamos próximos a la fiesta de la Ascensión del Señor, este saludo pascual de la octava de Pascua, para nosotras está lleno de sentido y actualidad. Transcurridas algo más de cinco semanas de la cincuentena pascual, esperamos al Espíritu Santo con la garantía, en nuestra vida, de que la muerte está vencida. Y cada vez  deseamos con más entusiasmo compartir este Tesoro con toda la humanidad. 

No pensamos abandonar el Monasterio, ¡no! Al contrario, si cabe, porque “El amor de Cristo nos apremia” (2Co 5, 14) a vivir nuestra entrega con mayor radicalidad, es decir, ir a la raíz de nuestra vocación.  Esta es, nuestra mejor forma de evangelizar; y también la de todo cristiano: una madre sirviendo a su familia, un hijo perdiendo la vida cuidando a sus padres… En esencia, es la misma llamada que nos hace, a todos, el Papa Francisco en su reciente exhortación apostólica “Alegraos y regocijaos”, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. A todos nos ayuda este mensaje, que nos conviene leer y releer, hasta integrarlo en nuestra vida diaria (si alguien no tiene este documento en su móvil, que nos lo pida).

Vivimos un momento de la historia en que, gracias a los medios de comunicación y a las nuevas tecnologías, la mayoría de nosotros tenemos acceso a mucha información, a leer nuevas publicaciones, a compartir testimonios, participar en foros, congresos y no sólo en nuestro entorno, sino con cualquier parte del mundo. Ante esta situación, nos preguntamos: ¿verdaderamente nos ayuda a amar más a Dios y a los hermanos? Porque Cristo ha entregado su vida a la muerte, por Amor a Dios Padre, para salvarnos. Esta es también nuestra misión: “Que os améis unos a otros como yo os he amado” (Jn 15, 12). Tal vez esta pregunta nos ayude a discernir: Esta lectura, compañía, pasatiempo, etc.,  ¿me ayuda a la misión-vocación a la que estoy llamado?    

Jesús mismo nos dijo: “Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida” (Jn 6, 55).  Y un poco después: “Las palabras que os he dicho son espíritu y vida” (Jn 6, 63b). Este ha de ser nuestro alimento: el pan de la Palabra y el Pan de la Eucaristía para permanecer en su Amor. “Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí solo, si no permanece en la vid, tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” (Jn 15, 4). Queridos hermanos, corramos y practiquemos las enseñanzas de Jesús, para que nuestra vida llegue a plenitud y seamos felices.

 

Con nuestro cariño y oración

vuestras hermanas de Buenafuente del  Sistal   

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