El obispo diocesano ha nombrado miembros del Patronato del Santuario Virgen de la Hoz, por cuatro años, a María del Pilar Muñoz Romero y a Juan Carlos Sanz Agustín.

Por otro lado, el prelado ha nombrado administrador de Cáritas Diocesana, por cuatro años, a José Ignacio Bielsa Corrochano.

Días atrás falleció, en la Casa de Mayores de las Adoratrices, en Guadalajara, la hermana adoratriz Pilar Sebastián. Nació en Calatayud el 24 de diciembre de 1924. Tras su noviciado, pasó sirviendo por las casas de Salamanca, Alicante, Alcalá de Henares y Guadalajara. Dedicó una buena parte de su vida a la formación de las hermanas jóvenes. En la congregación la recuerdan como una hermana buena, muy culta y delicada en el trato humano.

La tradicional fiesta en honor de la Virgen de Salud que todos los septiembres se celebra en el santuario de Barbatona concluye este fin de semana con dos actos. El sábado 20, a las siete de la tarde, será la misa de la víspera de la Octava, aplicada por los difuntos de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Salud. Y al día siguiente, domingo 21, la fiesta culminará con la solemne eucaristía de las 13:15 horas, que presidirá Jesús de las Heras Muela, rector del santuario de Barbatona.

Las celebraciones de 2025 han discurrido bajo el lema “Santa María, Madre de la Iglesia” y la intención orante ha pedido por el nuevo papa León XIV, por la unidad, comunión y misión en corresponsabilidad de todos los miembros de la Iglesia y por el Año Jubilar.

Nacida el 25 de noviembre de 1940 en el seno de una familia de diez hermanos (tres sacerdotes, dos religiosas y cinco casados), sor Raffaelina Cerántola Cervellin llegó a España en 1968, a la comunidad de las Hermanas Doroteas en Sigüenza, donde permaneció siete años. Por ser maestra, en 1975 fue destinada al colegio Giovanni Farina que las Doroteas tienen en Azuqueca de Henares, donde fue profesora y directora. En 2005, se jubiló, pero permaneció en esta comunidad y colaborando en la biblioteca del colegio.

Ha sido catequista y activa colaboradora de la parroquia de la Santa Cruz de Azuqueca de Henares, donde, el 14 de septiembre, recibió un caluroso homenaje de despedida. Regresa ahora Vicenza, cuna de las Doroteas, y ciudad vecina del lugar donde nació ella, quien deja el testimonio de su laboriosidad, entrega, piedad, bondad y plena inserción en la vida colegial y religiosa y en la vida parroquial y diocesana.