Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
Castellana de Cristo
Creí, más fue infundada mi creencia.
Pensé, pero fue errado el pensamiento.
Sentí, más fue confuso el sentimiento.
Juzgué, pero fue incierta mi conciencia.
Razoné, mas vagué en mi entendimiento.
Convine, y descarrié mi conveniencia.
Entendí y se engañó mi inteligencia.
Cavilé hasta perder casi el aliento.
Forjé dogmas de encubierto misterio.
Rasgué velos de secreto en criterio.
Sentí el sentimiento igual falseaba,
juzgué inviable aquello que pensaba.
Deslumbrado al fin fui por Jesucristo.
Cavilé y entendí: eras la luz, Cristo.
Y sobre tu mensaje aprendo el mínimum.
Santo y excelso sea la senda del Espíritu
Juan Pablo Mañueco
https://www.youtube.com/watch?v=HdKSZzegNN0