El 15 de mayo, aunque litúrgicamente prevalece el domingo, es la fiesta de san Isidro Labrador, patrono de la capital de España y del mundo rural. Nació en Madrid en el año 1072 y falleció también en Madrid 90 años después. Se casó con nuestra paisana de Caraquiz María de la Cabeza, también santa, y con quien tuvo un hijo, igualmente santo. Es modelo de cómo el trabajo de cada día es un extraordinario medio de santificación, así como la vida familiar vivida según el plan de Dios. San Isidro es el patrono del mundo rural y de los agricultores y numerosos pueblos de nuestra diócesis lo celebran especialmente.
El pasado 12 de marzo se cumplieron 400 años de su canonización y, en este contexto, la diócesis de Madrid organiza un año jubilar.



El equipo de la Delegación Diocesana de Enseñanza lleva a cabo en estas semanas dos acciones relevantes, una más amplia para la promoción de la asignatura de Religión en centros escolares, parroquias y otras entidades, y la segunda, de convivencias entre los escolares matriculados en la asignatura este curso, actividad ya asentada en centros públicos de la provincia, sobre todo.
Tras siete años sin ordenaciones sacerdotales, en la tarde del domingo 15 de junio, a las 17:30 horas, la catedral seguntina se apresta a la celebración de la eucaristía y ordenación sacerdotal de Enrique López Ruiz. Esta será la segunda ordenación diocesana que realice monseñor Atilano Rodríguez Martínez como obispo de Sigüenza-Guadalajara, tras la llevada a cabo, también en la catedral, el 31 de mayo de 2015, en la persona de Moisés Tena López-Malo, actual párroco de la unidad pastoral de Torremocha del Campo.














