En la tarde del domingo de Pentecostés, 8 de junio, en el Hospital universitario de Guadalajara, falleció el sacerdote diocesano Saturnino Costero Alonso.  Había nacido en Arbeteta el 7 de marzo de 1936. Y en Arbeteta fue enterrado en la tarde del lunes 9 de junio, tras un funeral en la concatedral de Guadalajara, presidido por el obispo y concelebrado por unos 65 sacerdotes.

Ordenado sacerdote en Guadalajara el 25 de junio de 1961, sus primeros servicios sacerdotales, fueron sucesivamente en El Recuenco, Negredo de Jadraque, Valdearenas y Romancos, con sus respectivos anejos. Durante un año fue formador del Colegio Episcopal Sagrada Familia de Sigüenza y durante dos años, director espiritual del Seminario Menor de Guadalajara. Fue párroco de Driebes y Mazuecos de 1972 a 1986, capellán del Hospital de Guadalajara de 1986 a 2023, delegado diocesano de Pastoral Sanitaria de 1985 a 1998 y consiliario diocesano de Cursillos de Cristiandad de 1987 a 1996.

Esta semana se celebró la clausura del curso 2024-2025 de la Escuela de Catequistas. El encuentro incluyó una breve evaluación del curso, donde se compartieron experiencias, dificultades y propuestas para seguir mejorando. A continuación, se celebró la eucaristía, presidida por don Julián, y se concluyó con un ágape fraterno en los jardines de la casa diocesana. Un cierre agradecido para un año de formación y compromiso al servicio de la catequesis.

Concluidos su primer cuatrienio como directora diocesana de Cáritas, el obispo ha procedido a un nuevo nombramiento para María José Bustos Garrido como directora de esta institución. María José nació en Madrid hace 69 años. Reside en Cabanillas del Campo desde hace más de dos décadas. Es licenciada en Derecho, asistente social, diplomada en Trabajo Social y máster en Prevención de Riesgos Laborales en la Construcción. Ha trabajado como jefa de servicio en la Universidad Politécnica de Madrid, amén de profesora y preparadora de oposiciones. Cuenta con una amplia experiencia de cooperación humanitaria internacional.

El pasado sábado, 7 de junio, la parroquia de Pioz peregrinó a Sigüenza para vivir una jornada jubilar y de fin de curso pastoral. Por la mañana, el grupo, compuesto por más de cincuenta feligreses, niños, jóvenes y mayores, fueron recibidos en la catedral, realizaron el recorrido jubilar y celebraron la eucaristía. Después, se trasladaron hasta Barbatona, donde compartieron la comida. La jornada concluyó con la oración a los pies de la Virgen de la Salud.