La catedral de Sigüenza ha acogido en la mañana de este sábado 26 de julio la ceremonia de clausura del proceso diocesano de la causa de beatificación de monseñor Eustaquio Nieto y Martín, obispo mártir de Sigüenza, y de 45 compañeros mártires, víctimas de la persecución religiosa en los años treinta del siglo XX en España.
El acto ha comenzado con la invocación a todos los santos mediante el canto de las letanías, creando un ambiente de oración y solemnidad. A continuación, se realizó la presentación del acto y una breve reseña biográfica y espiritual de los 46 siervos de Dios incluidos en la causa: sacerdotes, religiosos y laicos que dieron su vida por la fe en contextos de odio religioso.
Posteriormente, se procedió a la presentación solemne de toda la documentación reunida durante esta fase diocesana —testimonios, documentos históricos y pruebas del martirio—, que fue entregada al obispo diocesano, monseñor Julián Ruiz, quien presidió la celebración. Tras el nombramiento oficial del obispo al sacerdote Raúl Corral, delegado diocesano para las Causas de los Santos y vice postulador de la que ahora se clausura la fase diocesana, como portador de la causa ante la Santa Sede, se llevaron a cabo los juramentos de los miembros del tribunal y de los encargados del envío, asegurando fidelidad y confidencialidad en el proceso. La celebración contó también con la presencia del obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara, monseñor Atilano Rodríguez, del obispo de Cuenca, monseñor José María Yanguas y el postulador de la Causa Toletana, Jorge López, participando en el acto en un clima de comunión eclesial y agradecimiento por el testimonio de estos mártires.
Uno de los momentos más significativos fue el lacrado de la documentación, gesto que marca el final del trabajo en la diócesis y el paso a la fase romana del proceso, que continuará en el Dicasterio para las Causas de los Santos en Roma.
El acto concluyó con las palabras del obispo diocesano, en una jornada cargada de emoción, recogimiento y esperanza para la Iglesia diocesana, quien agradeció el ejemplo de fe y fidelidad de los mártires, subrayando que su entrega sigue siendo una inspiración para los cristianos de hoy.
La diócesis de Sigüenza-Guadalajara invita a todos los fieles a mantener la oración por el buen curso de la causa y a vivir con gratitud el ejemplo de estos testigos de Cristo, en la esperanza de que pronto puedan ser proclamados beatos de la Iglesia universal.