Reina de la Paz

Por Alfonso Olmos Embid

(Director de la Oficina de Información)

 

 

 

 

 

 

La paz siempre es don y tarea. El Papa no se cansa de buscar cauces de paz para nuestro mundo en guerra. En estos días nos convoca a orar por la paz. Nos abruman los conflictos bélicos, especialmente los de Europa y Oriente Próximo. Pero no podemos olvidar otros países castigados con la beligerancia de sus habitantes, sobre todo en África, en los que actualmente tampoco se vive en paz.

Francisco nos invita a rezar y ayunar por la paz. Es un gesto aparentemente sencillo, pero lleno de significado. Ayunar con un propósito nos vincula espiritualmente. Es, como si dijéramos, otra forma de oración. Es más que dejar de comer y beber, es concentrarse en asuntos espirituales, o concentrarse espiritualmente en algunos asuntos. Pues el Papa nos invita a ayunar por la paz.

Además nos pide oraciones. Lo hace en torno a la fiesta de la Virgen María en su advocación del Rosario. Es la oración de los sencillos a la Madre. Es la oración en la que contemplamos los misterios de la vida de Jesús. María es la Reina de la Paz. En muchos pueblos y ciudades, con ese nombre, la tienen como patrona e intercesora. Es la última de las invocaciones de las Letanías Lauretanas.

A María, la Reina de la Paz, le pedimos por los territorios en guerra, por los corazones endurecidos por el odio, para que ella pueda mediar para que se logre y se alcance la paz en el mundo.

Reina de la Paz: ruega por nosotros.

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Ocho grandes santos en el mes de octubre

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Dos del siglo XX (los papas Juan XXIII y Juan Pablo II), tres del siglo XIX, dos más del siglo XVI y el ya atemporal san Francisco de Asís, entre los santos del mes

 

 

 

 

El mes de octubre comienza ya con una extraordinaria figura en el santoral: santa Teresita de Lisieux, monja carmelita descalza francesa de finales del siglo XIX (1873-1897).

De nombre civil y de pila Françoise Marie Thérèse Martin Guerin, nació en Alençon (Normandía) el 2 de enero de 1873. Tras la muerte de su madre, en plena infancia de Teresita, su familia se trasladó a Lisieux, también Normandía, en cuyo Carmelo Descalzo ingresó a los 15 años de edad, tomando el nombre de Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.

Otras cuatro hermanas suyas fueron también Carmelitas Descalzas en Lisieux. Pronto le visitó la enfermedad, ofreciendo sus sufrimientos, oraciones y sacrificios por las misiones. Murió tuberculosa en 1897.

El Papa Pío XI la beatificó en 1923, la canonizó 1925 ante una inmensa multitud y en 1927 la declaró patrona de las Misiones. Juan Pablo II la hizo doctora de la Iglesia en 1997.

Bajo el título «Historia de un alma», libro publicado por primera vez al año de la muerte de Santa Teresa del Niño Jesús, se recogen la biografía y las memorias espirituales de la «doctor amoris» (doctora del amor). Es un libro delicioso y ya universal.

Sus padres, Louis Martin y Celine Guerin, fueron beatificados en 2008 por Benedicto XVI y canonizados en 2015 por Francisco.

 

3 de octubre, San Francisco de Borja

 

Un espléndido óleo realista, de gusto romántico y de matriz dentro de la pintura histórica, de José Moreno Carbonero, del año 1884, está dedicado a la conversión de san Francisco de Borja ((1510-1572)

Era el mes de mayo de 1539. Francisco de Borja, entonces marqués de Lombay y luego IV duque de Gandía, contempla el cadáver putrefacto de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos I de España.  Entonces, el noble, que había asistido a la reina, pronunció la frase: «Nunca más, nunca más servir a señor que se me pueda morir», ingresando siete años después (tras la muerte de su esposa Leonor de Castro) en la Compañía de Jesús, fundada en 1534 por san Ignacio de Loyola y de la que llegaría a ser general.

Emparentado directamente con la nobleza y la realeza e incluso bisnieto del Papa Alejandro VI, su vida discurrió entre los cánones convencionales de la aristocracia hasta que, en 1547, una vez fallecida su esposa, como queda dicho, y a pesar de que era virrey de Cataluña, se hizo jesuita y en 1551 fue ordenado sacerdote. Renunció a la propuesta real y papal de ser nombrado cardenal y a todos sus títulos nobiliarios.

En 1565, fue elegido propósito general de la Compañía de Jesús, tras la muerte de Diego Laínez. Falleció en Roma el 30 de septiembre de 1572. Es santo desde 1671.

 

Día 4, san Francisco de Asís

 

En las vísperas del 4 de octubre de 1226 falleció en Asís, en la Porciúncula, Francisco de Asís, el mínimo, enfermo y dulce Francisco, el hermano universal, el cristiano que más se ha parecido a Jesucristo, el padre de la gran familia franciscana.

Francisco nació en Asís en 1182. A los veinte años es hecho prisionero en una de las múltiples batallas que asolaban el centro de Italia. Comenzó así el proceso de su conversión, que se prolongó durante unos siete años, mientras Francisco sintió escuchar de un icono de un Cristo bizantino en la derruida ermita de San Damián, en las afueras de Asís, aquel «Francisco, ven y repara mi casa».

En 1209, Francisco, junto a sus primeros hermanos, peregrina a Roma para conseguir la aprobación del Papa. Concedida esta, comienza su vida peregrina, penitente, orante, pobre, evangelizadora: Siria, Santiago de Compostela, Tierra Santa. En 1212, de su mano y de la mano de Clara de Asís, nace la segunda orden franciscana, la rama femenina.

Mientras franciscanos y franciscanas crecen y renuevan la Iglesia por doquier y Francisco experimentaba épocas de gran desolación y otras de gran consolación, en 1223 un nuevo Papa confirmó definitivamente la regla franciscana.

 

Santa Soledad Torres y San Juan XXIII, el día 11

 

En Madrid, el 2 de diciembre de 1826, nació santa Soledad Torres Acosta, quien fue bautizada como Bibiana Antonia Manuela Torres Acosta. Atraída por la vida religiosa desde niña, colaboraba con una casa para personas mayores necesitadas regida por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en la parroquia de San Martín de Madrid.

Quiso ser monja dominica, pero hubo de esperar. Entonces, conoció el proyecto del sacerdote servita de Chamberí Miguel Martínez y Sanz, que quería formar un grupo de mujeres que tuvieran cuidado de enfermos sin recursos en sus mismos domicilios. Junto a otras seis compañeras, el 15 de agosto de 1851 tomó el hábito, cambió su nombre por el de María Soledad y nació la Congregación de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.

Sorteando numerosas dificultades, pretericiones y defecciones, con la colaboración del capuchino Gabino Sánchez y el apoyo de la Reina Isabel II de España, evitó la supresión de las Siervas de María, redactó sus constituciones y la congregación fue aprobada en 1876 por León XIII, difundiéndose pronto por toda España y América.

Murió en Madrid en 1887, el 11 de octubre, fecha de su memoria litúrgica. Fue beatificada por Pío XII y canonizada por Pablo VI.

Por su parte, Angelo Giuseppe Roncalli nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte (Bérgamo), en el seno de una familia de humildes labriegos. De 1892 a 1904 cursa la formación sacerdotal en Bérgamo y en Roma. Doctorado en Teología y especialista en Historia de la Iglesia, el 10 de agosto de 1904 fue ordenado sacerdote.

Fue secretario del obispo de Bérgamo, es movilizado en la I Guerra Mundial, tras la cual es nombrado director espiritual del seminario de Bérgamo. Fue de 1921 a 1925 presidente para Italia de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe. Es ordenado obispo el 19 de marzo de 1925 y nombrado visitador apostólico de Bulgaria. En 1934 es nombrado delegado apostólico en Turquía y Grecia y administrador apostólico para los cristianos de rito latino de Constantinopla.  De 1944 a 1952 es nuncio apostólico en Francia.

Creado cardenal en 1953, fue nombrado patriarca de Venecia. Cinco años después fue elegido Papa. Tomó el nombre de Juan XXIII. Convocó el Concilio Vaticano II. Falleció el 3 de junio de 1963. Es el Papa bueno, el Papa del pueblo, el Papa del cambio. Fue beatificado en 2000. Es santo desde 2014.

 

15 de octubre, Santa Teresa de Jesús

 

El 28 de marzo de 1515 nació en Ávila Teresa de Cepeda y Ahumada. A los 18 años entró en el Carmelo, pero hasta los 39 años no comenzaría la etapa definitiva de su vida: el miércoles de ceniza de 1554, se produce la conversión ante la imagen de un Cristo muy llagado. Es entonces cuando funda  en Ávila el convento carmelitano de San José  y cuando inicia su obra reformadora y comienza a escribir obras capitales de la historia de la espiritualidad («El libro de la vida», «Camino de perfección», «Castillo interior», «Las moradas») y que en 1970 la llevarían a ser declarada doctora de la Iglesia.

Emprendió la reforma del Carmelo, al compás de la reforma católica del siglo XVI, y fundó conventos –hasta diecisiete conventos ya del Carmelo Descalzo- en distintas localidades como Medina del Campo, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Malagón, Burgos, Segovia, Beas de Segura y llegó hasta Sevilla.

Maestra de vida y oración, fémina inquieta y andariega, reformadora, ascética y mística, fuerte y sensible, apasionada por Jesucristo y fiel hija de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús falleció en Alba de Tormes en 1582. Su fiesta es el 15 de octubre.

 

22 de octubre, San Juan Pablo II

 

Karol Jozef Wojtyla nació en Wadowice (Polonia) el 20 de mayo de 1920. Con tanto solo 20 años, y ya muertos sus padres y su único hermano y Polonia invadida por el ejército nazi, Karol, que prometía ser actor y escritor, al enfrentarse a la realidad del mal, descubre que solo el amor de Jesucristo es la clave de la felicidad que anhela el corazón del hombre. Ingresa en el seminario de Cracovia, estudia en Roma y es ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946.

La universidad y los jóvenes fueron los principales ámbitos de los doce años de su ministerio como sacerdote. Su patria polaca se enfrentaba entonces a otro de los grandes males del siglo XX: el comunismo. Karol Wojtyla es obispo auxiliar de Cracovia de 1958 a 1962 y arzobispo metropolitano de esta misma sede durante 16 años.

Cardenal desde 1967, el 16 de octubre de 1978 es elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II. Durante más de veintiséis inolvidables años, desarrolla un admirable ministerio petrino. Fallece, tras ser visitado durante años por la cruz, el 2 de abril de 2005. Fue beatificado en 2011 y canonizado en 2014.

 

San Antonio María Claret, día 24

 

San Antonio María Claret fue un magnífico pastor -sacerdote y obispo-, un gran formador de pastores y de misioneros, un excelente reformador de la vida religiosa -amén de fundador-, un ardiente predicador, un espléndido y creativo catequista, un incansable promotor vocacional, apóstol de élites -fue confesor de la Reina Isabel II- y hombre del pueblo. Fue un misionero en el sentido más pleno del término.

De los rasgos de su retrato espiritual sobresalen su amor a Jesucristo, su fidelidad a la Iglesia y su intensa devoción mariana. Dotado de verbo encendido y de pluma ágil, escribió un centenar de obras propias (15 libros y 81 opúsculos), escribió «Camino recto y seguro para llegar al cielo»" (1846), «Catecismo de la Doctrina Cristiana» (1848) y de otros muchos títulos, todos ellos de carácter pastoral y espiritual. Del «Catecismo» se han hecho 185 ediciones, con más de cuatro millones de libros vendidos, y «Camino recto» es, después de la Biblia, uno de los libros de los que se han hecho más ediciones en su catalán natal.

Nacido el 23 de diciembre de 1807, su memoria litúrgica es el 24 de octubre, fecha de su muerte en 1870.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 4 de octubre de 2024

Décimas a las Capillas Reales vieja y nueva de la Catedral de Toledo

Juan Pablo Mañueco

(Escritor y periodista)

 

 

“Dives Toletana” gótica

que a los reyes de Castilla

su Vieja y Nueva capilla

prestas cual cripta patriótica.

Tu belleza es tan hipnótica

que en tu interior se arrodilla

la complacencia del gozo,

el sabor del alborozo

y de asombro tal gavilla

que todo halago… fuera esbozo.

 

 

¿Se puede ser, toledana

catedral de San Fernando,

más castellana que tú,

si la vista va volando

de divisa castellana

hasta otra divisa hermana…?

Suavidad de canesú

catedral de las capillas

de reyes de dos Castillas

que en verso estoy visitando.

 

A Castilla contemplando

en ábsides y cruceros,

vidrieras, puertas, guerreros,

en arcos que van formando

bóvedas de crucería

y columnas de armonía.

¡Toledo, la de los reyes

en sus capillas durmientes

sobre sepulcros yacentes

que a la eternidad son muelles!

 

 

Toledo, que Sancho el Bravo

hizo capilla real,

tu cuartelada señal

no conoce menoscabo.

Por ti muestran tus capillas

las armas de las Castillas.

Podrá partir la política

una tierra en las que quiera

que rompe toda frontera

pétrea Historia granítica.

 

Junto a ¡Dios, Dios de los cielos!

exclaman naves y emblemas.

otras verdades supremas,

bóvedas, paredes, suelos…

y hasta del coro sus sillas,

y órganos que en sones suenan

con certezas que nos llenan:

¡que son dos las dos Castillas,

y que en Toledo resuenan

sus cuarteles por capillas!

 

Si los reyes de Castilla

te eligieron por descanso,

y por su final remanso

en una doble capilla,

a decirte bien procedo,

noble ciudad de Toledo,

que eres corte de Castilla

y curia que más le brilla

a Castilla castellana.

¡Lo Transparente así mana!

 

 

Juan Pablo Mañueco,

escritor, periodista y Premio Cervantes de Castilla-La Mancha, 2016



Bibliografía del autor:

https://biblioteca-virtual.fandom.com/es/wiki/Juan_Pablo_Ma%C3%B1ueco

 

Esta página la recomiendo a quienes quieran encontrarse con 15 nuevas estrofas, muy útiles:

https://aache.com/quince-nuevas-estrofas/

 

 

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

“Dios camina con su pueblo” es el lema de la jornada, cuyo sentido y objetivos son, según el Papa, acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados

 

 

 

 

Pasado mañana, domingo, día 29 de septiembre, último domingo de septiembre, la Iglesia católica en todo el mundo celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. El Papa Francisco, tan cercano, tan sensible, tan comprometido con este tema, ha escrito un mensaje para la jornada, cuyo título reza “Dios camina con su pueblo”. Esta jornada eclesial y pontificia, muy veterana, 110 años, fue instituida en 1915 por el Papa Benedicto XVI.

Anima la Jornada en nuestra diócesis, la Delegación de Migraciones, cuya responsable en funciones es la religiosa scalabriniana María Angélica Tiralle, de origen argentino, y quien sucede a Leticia Gutiérrez Valderrama, también scalabriniana, y quien ha regresado a su México natal.

Y, al efecto, en la ciudad de Guadalajara se han programado varias convocatorias, todas ellas en Guadalajara: el martes 24, un círculo de silencio; el jueves 26, un café intercultural; el viernes 27 un desfile intercultural; el sábado 28, una fiesta intercultural; y el domingo 29, a las 12, eucaristía en la concatedral, presidida por el obispo.

 

 

Ocho ideas del mensaje del Papa Francisco

En su mensaje para esta jornada, titulado, como ya se dijo, “Dios acompaña a su pueblo”, Francisco relaciona las migrantes y la citada jornada con el sínodo. Asimismo, hace analogía entre el éxodo bíblico y el éxodo de los migrantes y se detiene a considerar las distintas formas mediante las cuales Dios acompañó a su pueblo en el éxodo bíblico y cómo lo hace ahora y recuerda que el encuentro con el migrante es encuentro con Cristo.

(1) Iglesia sinodal y migrantes y refugiados: “La sinodalidad se presenta principalmente como camino conjunto del pueblo de Dios y como fecundo diálogo de los carismas y ministerios, al servicio del acontecimiento del reino. Poner el énfasis en la dimensión sinodal le permite a la Iglesia redescubrir su naturaleza itinerante, como pueblo de Dios en camino a través de la historia, peregrinante, diríamos «emigrante» hacia el reino de los cielos”

(2) El éxodo del pueblo de Israel: “La referencia al relato bíblico del Éxodo, que presenta al pueblo de Israel en su camino hacia la tierra prometida, resulta evocador: un largo viaje de la esclavitud a la libertad que prefigura el de la Iglesia hacia el encuentro final con el Señor”.

(3) El éxodo de los migrantes de nuestro tiempo: “Análogamente, es posible ver en los emigrantes de nuestro tiempo, como en los de todas las épocas, una imagen viva del pueblo de Dios en camino hacia la patria eterna. Sus viajes de esperanza nos recuerdan que «nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como salvador el Señor Jesucristo» (Filipenses 3,20).

(4) Similitudes de ambas imágenes: “Las dos imágenes –la del éxodo bíblico y la de los migrantes– guardan ciertas similitudes. Al igual que el pueblo de Israel en tiempos de Moisés, los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo.

Y así como los hebreos en el desierto, también los emigrantes encuentran muchos obstáculos en su camino: son probados por la sed y el hambre; se agotan por el trabajo y la enfermedad; se ven tentados por la desesperación.

Pero la realidad fundamental del éxodo, de cada éxodo, es que Dios precede y acompaña el caminar de su pueblo y de todos sus hijos en cualquier tiempo y lugar. La presencia de Dios en medio del pueblo es una certeza de la historia de la salvación: «El Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado» (Deuteronomio 31,6)”.

(5) Distintas formas de presencia y compañía en el éxodo bíblico: “Para el pueblo que salió de Egipto, esta presencia se manifiesta de diferentes formas: la columna de nube y la de fuego muestran e iluminan el camino (Éxodo 13,21); la carpa del encuentro, que custodia el arca de la alianza, hace tangible la cercanía de Dios (Éxodo 33,7); el asta con la serpiente de bronce asegura la protección divina (Números 21,8-9); el maná y el agua son los dones de Dios para el pueblo hambriento y sediento (Éxodo 16-17). La carpa es una forma de presencia particularmente grata al Señor. Durante el reinado de David, Dios se negó a ser encerrado en un templo para seguir habitando en una carpa y poder así caminar con su pueblo, y anduvo «de carpa en carpa y de morada en morada» (1 Crónicas 17,5)”.

(6) Formas de presencia y compañía actuales: “Muchos emigrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan a Él antes de partir y a Él acuden en situaciones de necesidad. En Él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a Él, hay buenos samaritanos en el camino. A Él, en la oración, confían sus esperanzas. Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes”.

(7) El encuentro con el migrante, encuentro con Cristo: “Por eso, el encuentro con el migrante, como con cada hermano y hermana necesitados, «es también un encuentro con Cristo. Nos lo dijo él mismo. Es él quien llama a nuestra puerta hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo y encarcelado, pidiendo que lo encontremos y ayudemos.

El juicio final narrado por Mateo en el capítulo 25 de su evangelio no deja lugar a dudas: «Estaba de paso, y me alojaron» (v. 35); y de nuevo, «les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» (v. 40).

Por eso, cada encuentro, a lo largo del camino, es una oportunidad para encontrar al Señor; y es una oportunidad cargada de salvación, porque en la hermana o en el hermano que necesitan nuestra ayuda, está presente Jesús. En este sentido, los pobres nos salvan, porque nos permiten encontrarnos con el rostro del Señor”.

(8) Rezar y hacer caminar juntos por quienes tienen que abandonar su tierra: “En esta Jornada dedicada a los migrantes y refugiados, unámonos en oración por todos aquellos que han tenido que abandonar su tierra en busca de condiciones de vida dignas. Sintámonos en camino junto con ellos, hagamos juntos «sínodo» y encomendémoslos a todos, así como a la próxima asamblea sinodal, a la intercesión de la bienaventurada Virgen María, signo de segura esperanza y de consuelo en el camino del pueblo fiel de Dios”.

 

El cartel de la jornada

El padre dominico Xabier Gómez, de origen vasco, de 54 años y director, desde 2021, del Departamento de Migraciones de la CEE, describe el cartel de esta jornada eclesial, cuya imagen acompaña estas líneas. De su comentario, entresacamos otras ocho ideas principales:

(1) Un pueblo en marcha: “Pueblo de Dios, pueblo en marcha, pueblo en movilidad. En la Iglesia, caminamos juntos con el reto de no dejar a nadie atrás.

(2) Un pueblo guiado por una Cruz: Contemplamos una caravana de migrantes, una familia y una cruz hacen presente el signo del Dios de Jesús identificado con quienes están en «éxodo» hacia países donde labrarse un futuro en paz y dignidad. Esta imagen nos invita a reconocer a Dios presente caminando con y entre su pueblo migrante”.

(3) Un pueblo portador de oportunidades, no de amenazas: “Son personas que han llegado hasta nuestros pueblos, ciudades y comunidades, portadoras de oportunidades y no de amenaza. Así nos lo recuerda la reciente exhortación pastoral de la CEE Comunidades acogedoras y misioneras, hoja de ruta para la revitalización misionera de nuestras parroquias y diócesis desde la pastoral con personas migradas”.

(4) Un pueblo que profundiza la catolicidad y abraza la diversidad: “Todo comienza con una renovada experiencia del Dios de Jesús, una mirada desideologizada que profundiza en la catolicidad y abraza la diversidad, iniciando procesos y abriendo horizontes más allá de la enfermiza autorreferencialidad”.

(5)  Un pueblo que busca dignidad y ha de ser acogido: “Contemplando la marea humana que en tantos lugares del mundo se desplaza huyendo de la falta de trabajo y de seguridad, de sequías y hambrunas, de guerras y desesperanza, acogemos sus vidas, sus historias, para protegerlos de la indiferencia, las rutas mortíferas, las mafias, el racismo o la aporofobia”.

(6) Un pueblo que tiene derecho a elegir si migrar o quedarse en su tierra: “Promoviendo con ellos las condiciones que les permitan elegir libremente si migrar o quedarse, el derecho a la vida, la dignidad, la ciudadanía plena, el acceso al trabajo digno, la vivienda, la sanidad, la cultura, los deberes sociales y las oportunidades de aportar a la sociedad que los recibe.

(7) Un pueblo aliado nuestro:  Ellos son aliados para defender nuestro estado de bienestar. La preocupación por la identidad propia o la seguridad es legítima, pero no a costa de la hostilidad o el supremacismo”.

(8) Un pueblo para el que Dios reclama hospitalidad: “En la Escritura Dios nos pide ofrecer hospitalidad. Sintonicemos nuestra mirada con la de Cristo, con su Espíritu que garantiza la armonía en la diversidad. Dios camina con su pueblo y le anuncia la paz. ¿Querrás caminar humildemente con él?”.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 27 de septiembre de 2024

Toda la Iglesia se prepara el jubileo romano Y universal 2025

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

De la noche del 24 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2026, la Iglesia universal vivirá en año santo y jubilar, dedicado, por decisión de Francisco, a la esperanza

 

 

 

 

En tres meses (desde la noche del 24 de diciembre), toda la Iglesia católica tiene cita pendiente con el Jubileo 2025, año santo y jubilar romano y universal, inserto en la secuencia de los años santos jubilares romanos surgidos en el año 1300 y que desde 1475 se celebran cada 25 años.

Este jubileo celebra los aniversarios “redondos” de la encarnación y natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Tiene en la ciudad de Roma su epicentro, singularmente en las cuatro basílicas papales, antes llamadas basílicas patriarcales o mayores (San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán). También son templos jubilares todas las catedrales y concatedrales de la Iglesia y aquellos templos singulares que los obispos determinen en sus diócesis.  

El camino hacia el Jubileo 2025 ha sido jalonado y preparado, por voluntad del Papa Francisco, con dos años temáticos previos: 2023, el año dedicado al redescubrimiento de las enseñanzas y contenidos del Concilio Vaticano II, y 2024, año de la oración.

Conceptos anexos a la idea de un jubileo romano y universal son peregrinación, conversión, oración, caridad, reconciliación, puerta santa, indulgencia y gracia, celebración, profesión de fe, renovación. En definitiva, todo aquello que disponga a un encuentro transformador con Jesucristo.

Habida cuenta de que este Jubileo 2025 estará más un año con nosotros, en esta primera entrega acerca de él, nos vamos a detener en el origen y sentido de un jubileo, un breve apunte histórico al respecto, la bula de convocatoria, fechas y lugares de este Jubileo y su logotipo o imagen, himno y oración. Habrá en los próximas semanas y meses nuevas entregas sobre este mismo tema.

 

 

Orígenes y sentido de un jubileo

Antiguamente, para los hebreos el jubileo era un año declarado santo, que recurría cada 50 años, y durante el cual se debía restituir la igualdad a todos los hijos de Israel, ofreciendo nuevas posibilidades a las familias que habían perdido sus propiedades e incluso la libertad personal. A los ricos, en cambio, el año jubilar les recordaba que llegaría el tiempo en el que los esclavos israelitas, llegados a ser nuevamente iguales a ellos, podrían reivindicar sus derechos. “La justicia, según la ley de Israel, consistía sobre todo en la protección de los débiles (San Juan Pablo II, Tertio millennio adveniente 13).

La Iglesia católica ha dado al jubileo hebreo un significado más espiritual. Consiste en un perdón general, una indulgencia abierta a todos, y en la posibilidad de renovar la relación con Dios y con el prójimo. De este modo, el Año Santo es siempre una oportunidad para profundizar la fe y vivir con un compromiso renovado el testimonio cristiano

 

Desde el año 1300

La Iglesia católica inició la tradición del Año Santo con el Papa Bonifacio VIII, en el año 1300. Este Pontífice previó la realización de un jubileo cada siglo. Sin embargo, en 1343 el Papa Clemente VI lo redujo a 50 años. Y desde el año 1475, para permitir a cada generación vivir al menos un año santo, el jubileo ordinario comenzó a espaciarse al ritmo de cada 25 años. Un jubileo extraordinario, en cambio, se proclama con ocasión de un acontecimiento de particular importancia. Y, por ello, nada hay establecido acerca de su periodicidad.

Los años santos ordinarios celebrados hasta hoy han sido 26. El último fue el Jubileo del año 2000. El Jubileo de 2025 será jubileo ordinario, el vigésimo séptimo de la historia. Será el primer jubileo ordinario convocado y presidido por el Papa Francisco, quien, del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016, ya presidió un jubileo extraordinario, el Jubileo de la Misericordia.

La costumbre de proclamar años santos extraordinarios se remonta al siglo XVI. Los últimos de ellos, celebrados el siglo pasado, fueron el de 1933, proclamado por Pío XI con motivo del XIX centenario de la Redención, y el de 1983, proclamado por Juan Pablo II por los 1950 años de la Redención, amén del ya citado Jubileo de la Misericordia del Papa Francisco.

 

Bula de convocatoria

El término bolla (del latín bulla = burbuja o más en general, objeto redondo) originalmente indicaba la cápsula metálica utilizada para proteger el sello de cera unido a través de un cordón a un documento de especial importancia, con el fin de certificar su autenticidad y consecuentemente su autoridad. Con el tiempo, el término ha pasado a indicar primero el sello y más tarde el documento en sí, por lo que hoy en día se utiliza para todos los documentos papales de especial importancia que llevan, o al menos tradicionalmente deberían llevar, el sello del Pontífice.

La bula de convocatoria de un jubileo, además de indicar el tiempo, con las fechas de apertura y cierre, y las modalidades de desarrollo, constituye el documento fundamental para reconocer el espíritu con el que se convoca, las intenciones y los frutos deseados por el Papa que lo convoca para la Iglesia.

La bula del Jubileo 2025 fue firmada por el Papa Francisco, el 9 de mayo de 2024, tras el rezo de las segundas vísperas de la solemnidad de la Ascensión del Señor.  “Spes non confundit” (en español, “La esperanza no defrauda”), frase de la carta del apóstol a los Romanos (Rom 5, 5), es su título.

 

Fechas del Jubileo 2025 y sus lugares

Las fechas y lugares del Jubileo las expresa literalmente el Papa Francisco en la recién citada bula:” Apoyado en esta larga tradición y con la certeza de que este Año jubilar será para toda la Iglesia una intensa experiencia de gracia y de esperanza, dispongo”:

(1)  La Puerta Santa de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, se abrirá en la noche del martes 24 de diciembre de 2024, comenzando así el Jubileo, que concluirá en esta misma basílica vaticana el 6 de enero de 2026.

(2) El domingo sucesivo, 29 de diciembre de 2024, abriré la Puerta Santa de la catedral de San Juan de Letrán, que el 9 de noviembre de este año celebrará los 1700 años de su dedicación.

(3)  El 1 de enero de 2025, miércoles, solemnidad de Santa María Madre de Dios, se abrirá la puerta santa de la basílica papal de Santa María la Mayor.

(4)  El domingo 5 de enero se abrirá la puerta santa de la basílica papal de San Pablo extramuros. En estas tres basílicas, las puertas santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre de 2025.

(5) El domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebren la eucaristía como apertura solemne del año jubilar. En las Iglesias particulares o diócesis el año jubilar finalizará el domingo 28 de diciembre de 2025.

 

Logo del Jubileo 2025

El logo representa cuatro figuras estilizadas que indican la humanidad proveniente desde los cuatro rincones de la tierra. Abrazadas entre ellas, indican la solidaridad y la fraternidad que une a los pueblos.

La primera figura está aferrada a la cruz. Es el signo no solo de la fe que abraza, sino también de la esperanza que nunca puede ser abandonada, porque necesitamos siempre de ella, sobre todo en los momentos de mayor necesidad. Es útil observar las olas que la rodean y que están en movimiento, porque muestran que la peregrinación de la vida no siempre pasa por aguas tranquilas. Muchas veces las experiencias personales y los eventos del mundo exigen con mayor intensidad el llamado a la esperanza.

Es por esto que se debe subrayar la parte inferior de la cruz que se alarga transformándose en un ancla y que se impone sobre el movimiento de las olas. Bien sabemos que el ancla ha sido usada como metáfora de la esperanza. De hecho, el ancla de la esperanza es el nombre que en la jerga marina se da al ancla de reserva usada por las embarcaciones para hacer maniobras de emergencia que permitan estabilizar la barca durante las tormentas.

No se olvide el hecho de que la imagen muestra cómo el camino del peregrino no es un hecho individual, sino comunitario con la impronta de un dinamismo en crecimiento que tiende cada vez más hacia la cruz. La cruz no es estática, sino dinámica y se curva hacia la humanidad, saliendo a su encuentro y no dejándola sola, ofreciendo la certeza de la presencia y la seguridad de la esperanza. Se destaca, finalmente, con color verde el lema del jubileo 2025: Peregrinantes in Spem (Peregrinos de esperanza).

El logo fue elegido por el Papa, ya en 2022, en base a una terna creada tras recibir 294 propuestas de 213 ciudades y 48 países diferentes, de artistas de un rango de edad de los participantes entre 6 y 83 años.

 

Himno y oración

El texto del himno ha sido preparado por Pierangelo Sequeri y musicalizado por Francesco Meneghello, ambos italianos. Contiene numerosos temas del Año Santo. En primer lugar, el lema, “Peregrinos de esperanza”, encuentra el mejor eco bíblico en algunas páginas del profeta Isaías (Isaías 9 e Isaías 60).

Los temas de la creación, la fraternidad, la ternura de Dios y la esperanza en el destino resuenan en un lenguaje que no es "técnicamente" teológico, aunque lo sea en el fondo y en las alusiones, para hacerlo resonar con elocuencia en los oídos de nuestro tiempo.

El estribillo del himno es este: “Llama viva para mi esperanza, / que este canto llegue hasta ti, / seno eterno de infinita vida, / me encamino, yo confío en ti”. Y la oración oficial del Jubileo 2025 reza así:

”Padre,  que estás en el cielo,/ la fe que nos has donado en/ tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,/y la llama de caridad/ infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,/ despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino./  Tu gracia nos transforme/ en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio/ que fermenten la humanidad y el cosmos,/en espera confiada/de los cielos nuevos y de la tierra nueva,/cuando, vencidas las fuerzas del mal,/ se manifestará para siempre tu gloria. La gracia del Jubileo reavive en nosotros, / Peregrinos de Esperanza, / el anhelo de los bienes celestiales/ y derrame en el mundo entero/ la alegría y la paz/ de nuestro Redentor. / A ti, Dios bendito eternamente, / sea la alabanza y la gloria por los siglos. / Amén”.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 20 de septiembre de 2024

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