"A ti gloria y alabanza por los siglos" (Dn 3, 52-57)

Por Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenafuente del Sistal)

 

 

 

Estimados amigos en Jesucristo, con la llegada del fresco del otoño queremos dar una mirada retrospectiva al verano y bendecir al Señor con todos vosotros.  Desde junio hasta el domingo pasado, hemos estado ocupadas en la atención a los huéspedes que nos han visitado. Tanto nosotras, como en La Acogida y con la colaboración impagable de los voluntarios, tal como muestra el dibujo, de unos amigos, con el que ilustramos este comentario. Ha sido un verano tranquilo, nunca el Señor nos da nada por encima de nuestras fuerzas.

Todas las actividades programadas a lo largo del verano han sido una buena oportunidad de acercamiento a la sociedad actual. Tanto quienes nos conocían de otros años, como los que han acudido por primera vez, nos han hecho participes de sus sufrimientos y alegrías. Y así nos han mostrado una fotografía reciente del mundo en que vivimos. “Porque nuestra vocación no es un refugio; es precisamente ir al campo de batalla, es lucha, es llamar al corazón del Señor en favor de la humanidad. Es como Moisés, que mantenía las manos elevadas, rezando, mientras que el pueblo combatía” (cf. Papa Francisco a los consagrados de Roma 16/V/2015).  Escuchar al santo Padre estas palabras nos confirma que caminamos en comunión con la Iglesia, y esto es una bendición.

Todo cuanto recibimos del Señor, cada día, es de incalculable valor, así ha sido este verano. Sin embargo, de todos los regalos, queremos resaltar dos: Los Ejercicios Espirituales para sacerdotes, dirigidos por el obispo de nuestra Diócesis, D. Atilano; por la posibilidad de escuchar cada día su predicación y compartir la oración. Y el segundo regalo de este verano que resaltamos es la jornada del Día de la Amistad. Sentirnos acompañadas,  queridas y ayudadas por todos vosotros, de igual modo por quienes asististeis, como por los que nos acompañasteis con vuestra oración, nos lleva a cantar con el profeta Daniel “A ti gloria y alabanza por los siglos” (Dn 3, 52-57). Es indudable que el Señor nos cuida como a las niñas de sus ojos (cf. Sal 17, 8).

Este año, Vº Centenario del nacimiento de Sta. Teresa de Jesús, la tradicional ofrenda musical iniciada por nuestro amigo Narciso, nos ha llegado de la mano de la asociación Symbolum con el auto-sacramental: Aquesta Divina Unión. Una mirada en siete escenas para comprender a la santa de Ávila. Los artistas, feligreses de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Albacete, se han reunido impulsados por la misión de evangelizar: “Ad Fidem Per Artem”, a la fe por el arte; y bien que lo consiguen. Para nosotras fue una tarde de oración e intimidad con el Señor,  acompañada de música, canto y bellas escenas. Una obra que nos ha entusiasmado y con gozo hemos renovado nuestra consagración y entrega al Señor.