Un trimestre

Por José Ramón Díaz-Torremocha

(Conferencia Santa María, Guadalajara)

Email del autor: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

 

A veces, no damos la suficiente importancia a la votación para elegir a los que van a consagrarse como servidores en las Instituciones más variadas, pero fundamentalmente en aquellas de voluntariado. La falta de un estipendio a cambio de nuestro trabajo, parece que quita importancia al que se realiza en esas condiciones. Debía de ser, exactamente la percepción contraria y especialmente entre los que se entregan o intentan hacerlo, como respuesta a su compromiso cristiano.

Escribo hoy a un trimestre de que las Conferencias de San Vicente de Paúl, una de las instituciones católicas de seglares más importantes del mundo por su extensión, elija un nuevo presidente general que nos sirva durante los próximos seis años y nos ayude – y también nos enseñe - a servir mejor a los que sufren. A los pobres, a aquellos que tienen, tantas veces, que conformarse con sus penalidades sin posibilidad de poder superar la situación de sufrimiento en la que se encuentren: a aquellos, en definitiva, que no tienen posibilidad de optar.

Se han presentado o han sido presentados para tal servicio, una mujer y dos hombres dos sudamericanos y un europeo. De entre ellos, ha de surgir por votación de todas las Conferencias del mundo, el nuevo presidente/a que se sitúe al frente y al servicio de las Conferencias.

No vamos a elegir un alto cargo, que sin embargo así será considerado/a por muchos. Vamos a elegir un servidor de los 920.000 consocios/as en el mundo y que componen las cerca de 53000 Conferencias de San Vicente de Paúl, para que nos ayude y nos aliente a estar más cerca de los pobres de todo tipo a los que intentamos servir. En la página web internacional de las Conferencias www.ssvpglobal.org está a disposición todo un amplio reportaje que nos acerca a la espiritualidad, personalidad e incluso a las capacidades humanas y profesionales de cada uno de los candidatos, de su historia de vida y con aquello que cada uno de ellos sueña como programa de trabajo para el caso de resultar elegido. Será muy bueno conocerlo y leerlo con atención para ejercer con la mayor seriedad y responsabilidad el voto de cada uno.

No vamos a elegir un cargo, decía más arriba, pero sí vamos a depositar una gran “carga” en él que resulte elegido/a. Me ayuda recordar, que voto junto con miles de mis cohermanos en el mundo y que, todos, estamos llamados a la oración para que el Espíritu Santo nos ayude en la elección. “Si Dios nos ayuda, si está con nosotros ¿Quién contra nosotros?” (Romanos 8:31)

A Cristo por y con María.