500 personas son acompañadas desde Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara a través del programa de Empleo y Economía Social

La crisis socioeconómica provocada por la pandemia, ha producido según el último informe FOESSA, un aumento del porcentaje de población afectada por situación de exclusión, que ha pasado del 19,7% al 21%. Pero de todos los indicadores relacionados con el empleo, del informe mencionado, el que en mayor medida ha aumentado en Castilla-La Mancha es, sin duda es, el relacionado con el desempleo de todas las personas activas del hogar. Si en 2018 la proporción de hogares en esta situación era en la región de un 7%, en 2021 alcanza el 10%, quedando de esta manera casi a la par de la tasa registrada en el conjunto de España 10,3%.

Frente a este deterioro del mercado laboral, y con motivo de la celebración del próximo 1º de Mayo, del Día Internacional del Trabajo, Cáritas Diocesana de Sigüenza-Guadalajara se une a la iniciativa de la Iglesia por el Trabajo Decente, para poner el foco en el acceso al trabajo de las personas más vulnerables, pero también del empobrecimiento que muchos trabajadores tienen por las condiciones laborales indignas que sufren.

Desde el programa de Empleo y Economía Social, durante 2021 se han acompañado a 500 personas, con el fin de que lleguen a su autonomía personal, a través de la Orientación para el empleo, diferentes acciones formativas, intermediación laboral, acciones de autoempleo y empresas de inserción. En todo este recorrido se lleva a cabo un acompañamiento cercano y digno en el que la persona es la protagonista y centro de su itinerario. Todo ello ha hecho posible que 40 personas hayan podido acceder al mercado laboral.

Las empresas de inserción son una herramienta clave en estos procesos con los más vulnerables. Cáritas apuesta por esta fórmula y potencia el trabajo con las personas desde Reciclamoda, donde se ha trabajado con 7 personas.

Las personas que se han acompañado desde Cáritas en este programa de Empleo y Economía Social, han sido personas vulnerables, con las que se viene trabajando desde hace tiempo, personas que estaban trabajando en economía sumergida y perdieron sus trabajos personas provenientes de familias normalizadas, hasta ahora no atendidas en la Institución y que han comenzado en estos circuitos y en los últimos meses personas en situación de asilo o refugio, principalmente de Venezuela, con alta formación académica pero sin homologación.

Cáritas anima a que en este 1º de Mayo nos unamos, como comunidad y como sociedad, en el compromiso por la defensa del trabajo decente y en el compromiso por parte de todos, sociedad civil, administración pública y medios de comunicación, a poner nuestro grano de arena para que el empleo decente sea una realidad para todas las personas.